El velocípedo Michaux-Perreaux es la primera bicicleta a vapor de la historia, aunque también hay quienes lo identifican como la primera motocicleta de la que se haya tenido registro.
Si bien estos títulos aún están sumergidos en grandes debates, lo cierto es que el invento, que se le atribuye a Louis-Guillaume Perreaux y a Pierre Michaux, es el único ejemplar fabricado y se conserva en perfectas condiciones.
Eso sí. Al poco tiempo de su lanzamiento, los creadores de la Michaux-Perreaux sorprendieron con el estreno de una máquina similar, pero que tenía una rueda más. Por lo tanto, en 1884, también inventaron el primer triciclo a vapor de la historia.
¿En qué año se estrenó el velocípedo Michaux-Perreaux?
Gracias a las múltiples investigaciones realizadas, se llegó a la conclusión que el velocípedo a vapor Michaux-Perreaux se fabricó en París, Francia, entre los años 1867 y 1871.
Sus creadores habían decidido unir una bicicleta con pedales y estructura de hierro, considerada la más exitosa, en términos comerciales, de la época, con un motor a vapor tradicional.
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Finalmente, para permitir que este medio de transporte sea utilizado por cualquier adulto, al Michaux-Perreaux se le agregó un manillar, que estaba unido a un manómetro, diseñado para regular el uso del vapor, y un asiento, que se colocó sobre el motor.
¿El Michaux-Perreaux fue la primera motocicleta de la historia?
Con el correr de los años, se planteó la teoría que el Michaux-Perreaux debía recibir el título a la primera motocicleta de la historia. Sin embargo, algo similar exigían otras dos máquinas, lanzadas prácticamente en la misma época.
Es decir, además de este invento francés, en la disputa por el reconocimiento mencionado se sumó el velocípedo de vapor Roper, de 1868, y el Daimler Reitwagen, que apareció en 1885.
¿Cuáles son las características más llamativas de este medio de transporte?
Además de resaltar con su diseño único y la incógnita si oficialmente fue, o no, la primera motocicleta de la historia, el Michaux-Perreaux siempre será recordado por sus características principales.
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Es por eso que, todos aquellos que viajan hasta el Museo Solomon R. Guggenheim, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para conocerlo, deberán tener en cuenta que:
- El motor, que tenía un solo cilindro alimentado con alcohol, permitía el movimiento de una correa de cuero, mediante la cual se lograba la tracción en la rueda trasera.
- No tenía frenos.
- Pesaba 88 kilogramos, de los cuales 62 kilogramos solo correspondían al motor.
- Podía estar en funcionamiento durante un máximo de tres horas.
- Desarrolló una autonomía de 87 kilómetros.
