Los huéspedes
Uno de los lugares donde se intrigaba era la vivienda de Nicolás Rodríguez Peña y su esposa, doña Casilda Igarzábal. Los invitados no paraban de llegar para deliberar en su casa: French, Belgrano, Viamonte, Martín Rodríguez, Castelli, Vieytes y unos cuantos más. La residencia de Rodríguez Peña quedaba a la altura del 800 de la actual calle Rivadavia

¡Qué menú!
Ante la noticia de que cayó la junta suprema en España todo Buenos Aires supo de la novedad, lo que generó mucho alboroto y un gran revuelo. Magnífica excusa para sentarse y calmar los ánimos frente a un buen plato de comida. ¿Dónde? En la fonda de Los Tres Reyes, cerca de la Plaza de la Victoria. Una de las más reconocidas de la ciudad. El menú era diverso, aunque un poquito pesado: sopa carbonada, albóndigas, pastas, asado de vaca, guisos de carne, y más. Prohibido para estómagos débiles.

Paraguas
Por entonces se editaba un solo periódico en Buenos Aires, el Correo de Comercio, que dirigía Manuel Belgrano. En una de sus páginas aparecía la noticia de la llegada al puerto de un embarque conteniendo... ¡paraguas! Sí, ya los había en esta época.

¿Cartas o ajedrez?
A Cisneros le gustaba jugar a las cartas. A dos juegos en particular: la malilla y el truquiflor, antecedente de nuestro conocido truco. Sin embargo, en un grabado ubicado bajo la estatua de Castelli, en Plaza Constitución, se ve al virrey jugando al ajedrez, que es mucho más elegante.