El método de aprendizaje “Kumon” está diseñado para ayudar a los alumnos y alumnas a pensar por sí mismos y a desarrollar su capacidad para resolver ejercicios de forma autónoma, con una muy escasa intervención de padres y docentes. Para aprender, los estudiantes se sirven de los ejemplos que incluyen las hojas de estudio que brindan las escuelas “Kumon”. Los orientadores observan a los alumnos y, con paciencia y discernimiento, los ayudan solamente cuando es necesario, ya que este método prioriza el aprendizaje autodidacta de los alumnos.
Los orígenes del método “Kumon”
El método de aprendizaje “Kumon” fue ideado por Toru Kumon, un profesor de matemáticas japonés. Al principio simplemente quería ayudar a su hijo, quien tenía algunas dificultades de aprendizaje, pero luego comprendió que una buena formación en la comprensión lectora era imprescindible para desarrollar la capacidad de estudio. Por eso, el método “Kumon” tiene en cuenta dos aspectos fundamentales para el aprendizaje: las matemáticas y la lectura, y tiene por objetivo que los estudiantes adquieran habilidades en esas asignaturas para conseguir el máximo rendimiento educativo. Este método proporciona al alumno los medios para que sea capaz de aprender por sí mismo, a través de la adquisición de hábitos de estudio que le permitan trabajar de forma independiente, sin la supervisión constante de padres o maestros.
¿Cómo funciona este método?
Este método de aprendizaje está dividido en diferentes niveles: se realiza al estudiante un test al inicio para comprobar en qué nivel debe comenzar. El sistema está estructurado de manera que hasta que no domine los conocimientos de un nivel no pueda pasar al siguiente. Existen centros educativos “Kumon” en todo el mundo, y muchas escuelas tradicionales han incorporado este método como actividad extraescolar.
Al permitir que cada alumno estudie según su nivel, el método “Kumon” permite al alumno avanzar a su propio ritmo y llegar a dominar conceptos que superan su nivel escolar. Además, resolver tareas del nivel adecuado le permite mantenerse motivado y creer en su propia capacidad, y de esa manera desarrolla una actitud positiva ante el estudio.
Por otro lado, este método le da importancia al aprendizaje autónomo, por lo que se anima a los alumnos a descubrir cómo resolver los ejercicios por sí mismos. Al introducir conceptos nuevos, las hojas de estudio presentan ejemplos de respuestas que ayudan a los estudiantes a deducir por sí mismos el procedimiento correcto y a aplicarlo a otros ejercicios parecidos para familiarizarse cada vez más con ellos.
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El orientador, por su parte, se centra en desarrollar el potencial de cada niño o niña. Presta atención a la capacidad académica de cada alumno, a su personalidad y a la forma en que resuelve los ejercicios de las hojas de estudio. Observa su forma de trabajar sin interrumpirlo, para ver cómo afronta sus tareas. En función de lo que observa, el orientador plantea objetivos concretos a cada alumno y le da el apoyo necesario para asegurarse de que esté trabajando en el nivel más adecuado. Cuando el alumno se topa con ejercicios que no puede resolver, el orientador le hace preguntas para saber cuál es su nivel de comprensión y le da pistas y ejemplos para ayudarlo a resolver los ejercicios por sí mismo.
El orientador “Kumon” colabora con las familias para ayudar a todos los niños a ser alumnos competentes y responsables. El papel de los padres, por otra parte, es controlar que sus hijos realicen las tareas todos los días y corregir los ejercicios con una plantilla que la escuela les brinda.