La Casa Colorada, ubicada en la calle Merced de Santiago de Chile, es una de las construcciones coloniales más importantes del país. Fue levantada en 1769 por el comerciante de origen español Mateo de Toro y Zambrano, quien más tarde sería presidente de la Primera Junta de Gobierno de Chile.
Su nombre proviene de las características paredes pintadas de un tono rojizo, que se mantuvieron como una marca distintiva a lo largo de los siglos. Se trata de una casona de estilo colonial, construida con cal, ladrillo y piedra, que contaba con dos patios interiores y amplios salones.
En sus inicios fue una residencia familiar, pero con el paso del tiempo adquirió un valor histórico inigualable al ser escenario de hechos claves de la vida política chilena.
La Casa Colorada como patrimonio cultural
El paso de los siglos no le restó protagonismo. Muy por el contrario, la Casa Colorada se consolidó como un emblema arquitectónico y cultural. Durante el siglo XIX albergó oficinas y dependencias públicas, hasta que fue declarada Monumento Nacional en 1960.
Su conservación fue posible gracias a diversas restauraciones que respetaron la estructura original. Hoy, la casona es administrada por la Municipalidad de Santiago y funciona como un espacio cultural abierto a visitantes.
En la actualidad, la Casa Colorada forma parte del Museo de Santiago, un lugar donde se narra la evolución histórica y urbana de la capital chilena, con exposiciones, documentos y objetos que ayudan a comprender cómo creció la ciudad desde la época colonial.
Características y curiosidades de la Casa Colorada
Este edificio no solo es relevante por su historia, sino también por las particularidades que lo convierten en un tesoro arquitectónico de Chile.
- Ubicación: Calle Merced 860, en pleno centro histórico de Santiago.
- Año de construcción: 1769, por encargo de Mateo de Toro y Zambrano.
- Reconocimiento: Declarada Monumento Nacional en 1960.
- Uso actual: Sede del Museo de Santiago, con exposiciones culturales y educativas.
- Curiosidad: Su color rojo original fue lo que le dio el nombre que conserva hasta hoy.
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Un símbolo vivo de Santiago de Chile
Visitar la Casa Colorada es viajar en el tiempo. Sus muros coloniales y su valor patrimonial la convierten en una parada obligada para quienes buscan conocer el pasado y presente de la capital chilena.
Como símbolo de identidad, esta construcción demuestra cómo la historia se preserva en la arquitectura y cómo un edificio puede convertirse en un testigo silencioso de la transformación de toda una nación.
