Se construyó hace más de 90 años en Estados Unidos y recibió trenes hasta 2008, cuando se cerró por completo.
El puente ferroviario de madera más largo del mundo es conocido con el nombre de Goat Canyon Trestle y permanece en pie desde 1933, cuando cientos de obreros concluyeron su construcción y presenciaron su inauguración.
Este enorme cruce elevado, que atraviesa el valle Carrizo Gorge, en California, Estados Unidos, se utilizó durante décadas. Allí frecuentaban trenes de pasajeros y formaciones de carga.
Sin embargo, en 2008 las autoridades nacionales decidieron clausurar el puente ferroviario de madera más largo del mundo y, aunque podría ser restaurado con fines turísticos, aún no hay novedades sobre el proyecto.
El ferrocarril que utilizó durante un largo periodo el puente ferroviario de madera más largo del mundo, empezó a circular a comienzos del siglo XX. Por lo tanto, los trenes ya recorrían la zona mucho antes de la construcción de la estructura elevada, a través de un sistema de túneles.
Lamentablemente, debido a un sismo, el 15 de marzo de 1932, se produjo un derrumbe y un posterior colapso del Túnel 15. Este suceso motivó a la inmediata construcción del Goat Canyon Trestle.
La obra inició ese mismo año y terminó en tiempo récord, a mediados de 1933. Automáticamente, sobre esta enorme construcción de madera, que se montó sin clavos, empezaron a circular trenes de pasajeros y de carga.
Y, aunque esta instalación ferroviaria, de 229 metros de longitud y 61 metros de altura, cumplió y superó las expectativas de millones de personas, a partir de 1951 entró en un gran declive.
A mediados de 1951, como consecuencia del incremento en la popularidad de los autos, el puente ferroviario de madera más largo del mundo, construido con troncos de secoya, dejó de recibir trenes de pasajeros.
En cuanto a los servicios de carga, que atravesaban con frecuencia el Goat Canyon de San Diego, California, interrumpieron su servicio entre 1976 y 1981, debido a que la estructura del puente sufrió grandes daños durante el huracán Kathleen.
Luego de este suceso natural, regresaron los trenes a este puente, diseñado por el ingeniero jefe del ferrocarril de San Diego y Arizona, Carl Eichenlaub. Pero, desde 1983 y hasta 2003, las instalaciones cerraron en múltiples ocasiones.
Finalmente, tras un enorme trabajo de restauración, el Goat Canyon Trestle, que sorprende con su diseño en curva de 14º, reabrió en 2004 y estuvo disponible durante cuatro años más.
Sucede que a partir de 2008, el puente ferroviario de madera más largo del mundo quedó prácticamente abandonado y, desde entonces, no ha recibido nuevas formaciones.
El puente Goat Canyon Trestle, que se construyó en madera para que resista a las grandes fluctuaciones de temperatura que suceden en este sector de Estados Unidos, aún permanece en pie.
Es por eso que todavía existe un reducido grupo de personas que imaginan la posibilidad, a corto plazo, de trabajar en la estructura para devolverle su esplendor y utilizarla en servicios turísticos.
Este sueño estuvo a punto de materializarse en la última década. A partir de 2018 se completaron numerosas tareas de mantenimiento sobre la emblemática construcción. Pero, en 2021, se interrumpieron y nunca más se retomaron.
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