En el estado de Colorado, en Estados Unidos, los picos nevados de repente se transforman en el paisaje desértico del valle de San Luis. Logramos este cambio de paisaje si viajamos por la carretera hacia el sur desde Denver.
Pero después la topografía hace un cambio aún más rotundo cuando en el horizonte aparecen gigantescas montañas de arena que parecen sacadas del desierto del Sahara: estamos ante las dunas más altas de América del Norte.
Desde el auto es imposible calcular su inmensidad o compararlas con construcciones humanas a gran escala.
¿Cuánto miden las dunas de arena más altas de América del Norte?
Las dunas de arena más altas de Norteamérica alcanzan los 229 metros de altura. Para entender un poco más este número: en 229 metros entran más de tres obeliscos de la Ciudad de Buenos Aires, y más de tres estructuras como el Monumento Nacional a la Bandera.
Se ubican en el Parque Nacional y Reserva Great Sand Dunes (GSDNPAP). Las atracciones que le dan nombre se extienden a lo largo de 77 kilómetros cuadrados y están rodeadas de muchísimos otros ecosistemas protegidos.
¿Cómo se originaron?
Todo empezó unos 440.000 años atrás, cuando una inmensa masa de agua llamada Lago Alamosa se secó. Pronto el viento arrastró la arena que había quedado atrás hacia las montañas Sangre de Cristo, donde empezó a formar dunas cada vez más altas.
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Miles de años después, diversos grupos de cazadores nómadas llegaron al lugar para cazar mamuts y bisontes, especies que entonces abundaban por ahí. A partir de su llegada, la ocupación humana del área fue algo siempre presente.
Las dunas más altas, protegidas
A pesar de su escasa vegetación, las dunas tenían muchísimo potencial para otros intereses. Por ejemplo, en la década de 1920 mineros hallaron oro en ellas. Por su parte, muchas empresas empezaron a extraer arena para fabricar cemento.
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Los habitantes de Colorado no tardaron en darse cuenta que este importante recurso natural corría el riesgo de ser explotado hasta desaparecer. Por esta razón, un grupo local de mujeres presionó al Gobierno federal para que lo protegiera. En 1932, la zona fue declarada monumento nacional y en 2004 terreno se convirtió en parque nacional y reserva.