En el corazón de Londres se alza la famosa Torre de la Reina Isabel, más conocida por el nombre de su campana principal: Big Ben. Allí funciona el reloj de cuatro caras más grande del planeta, un ícono histórico que lleva marcando el paso del tiempo desde 1859.
El edificio que lo sostiene forma parte del Palacio de Westminster, sede del Parlamento británico. Su historia está llena de curiosidades: desde el origen de su apodo hasta el mecanismo que todavía lo mantiene en funcionamiento, más de 160 años después.
La historia de la Torre de la Reina Isabel
La Torre de la Reina Isabel, anteriormente llamada Torre del Reloj, fue terminada en 1858 y mide 96 metros de altura. Dentro de ella se esconde Big Ben, el apodo con el que se conoce a la campana principal que pesa más de 13 toneladas. Sin embargo, con el tiempo ese nombre se popularizó y hoy muchos lo usan para referirse tanto a la torre como al reloj en su conjunto.
Cada una de las cuatro caras del reloj tiene 7 metros de diámetro, lo que lo convierte en el reloj de cuatro caras más grande del mundo. El diseño incluye una estructura de hierro fundido decorada con detalles victorianos que resaltan cuando se ilumina de noche.
Curiosidades sobre el reloj más famoso de Londres
Gracias a sus más de 160 años de historia, el reloj de cuatro caras más grande del mundo tiene muchas anécdotas por contar:
- El mecanismo se regula con monedas antiguas de un penique colocadas sobre el péndulo para ajustar la velocidad.
- El reloj sobrevivió a bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial y siguió marcando la hora con precisión.
- En 2012, la torre fue renombrada como Torre de la Reina Isabel en honor al Jubileo de Diamante de Isabel II.
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Hoy en día, el reloj es una de las mayores atracciones de Londres y recibe millones de visitantes cada año. Su campanada marca las horas y puede escucharse hasta a 9 kilómetros de distancia. Además, gracias a su transmisión en radio y televisión, se ha convertido en una referencia mundial de puntualidad.
La torre y el reloj han atravesado procesos de restauración en varias ocasiones. El más reciente comenzó en 2017 y permitió recuperar su esplendor histórico, con especial cuidado en las piezas originales.
