Todos los países del mundo tienen una organización territorial distinta. Algunos comparten cierta estructura, pero a fin de cuentas cada nación se divide de manera diferente. En el caso de España, el país se divide en municipios, provincias y comunidades autónomas.
Para quienes no conocen de su organización, es común preguntarse qué es una comunidad autónoma o en qué se diferencia con una provincia. En esta nota, Billiken te cuenta las principales características de cada una.
¿Qué es una comunidad autónoma?
El proceso que llevó a España a conformarse como un Estado autónomo dio como resultado la creación de 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, que son Ceuta y Melilla (en continente africano).
Así, una comunidad autónoma es una entidad territorial con un alto grado de autonomía dentro del marco de la Constitución. Estas entidades poseen instituciones y representantes propios, así como competencias en áreas clave como educación, salud, cultura, patrimonio y ordenamiento del territorio.
Las comunidades autónomas gozan de potestad legislativa, ejecutiva y administrativa, lo que las asemeja a entidades federadas. Cada una se rige por un Estatuto de Autonomía, que define su estructura organizativa y sus competencias, y tiene órganos básicos como:
- La Asamblea Legislativa, un parlamento unicameral elegido por sufragio universal.
- El Consejo de Gobierno, el máximo órgano ejecutivo, responsable de la administración y la ejecución de las leyes.
- Un Presidente, elegido por la Asamblea Legislativa, que ostenta la máxima representación de la comunidad y dirige el Consejo de Gobierno.
También te puede interesar > ¿Cuántos idiomas oficiales tiene España?
¿Cuál es la diferencia con una provincia?
Las provincias, por otro lado, son demarcaciones administrativas que agrupan municipios dentro de un territorio definido, y son 50 en total. Su función principal es servir como división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado. Las provincias también actúan como circunscripciones electorales.
A diferencia de las comunidades autónomas, el gobierno de las provincias tiene otra organización, ya que se lleva a cabo a través de las Diputaciones Provinciales. Sin embargo, existen excepciones como las de Madrid o La Rioja, que son comunidades uniprovinciales –es decir, conformadas por una sola provincia– y dependen directamente del Gobierno autonómico.
Otro caso particular es el de las Canarias y Baleares, que son comunidades insulares –es decir, que no están en la parte continental de España– y son administradas por cabildos y consejos insulares, respectivamente.