El océano Pacífico está repleto de sorpresas. Una de las más grandes es la misteriosa isla Malden, que cubre una superficie de 39 kilómetros cuadrados, permanece deshabitada y oficialmente pertenece a la República de Kiribati.
Aunque muy pocas personas tienen la posibilidad de caminar por este sector del mundo en la actualidad, es de conocimiento público que allí se conservan ruinas milenarias de poblaciones pasadas.
Pero, por otro lado, al hablar de la isla Malden, también es inevitable resaltar los momentos más destacados de su historia moderna, que incluye una serie de pruebas nucleares.
¿Quiénes construyeron las ruinas de la isla Malden?

La isla Malden se llama así en recuerdo del teniente británico Charles Robert Malden, que desembarcó en el lugar a mediados del siglo XIX, pocos años después del primer avistaje registrado por los europeos, que estuvo en manos del capitán Samuel Bunker y se concretó el 25 de marzo de 1825.
Ahora bien. Cuando los británicos llegaron, en la isla ya estaban los 21 sitios arqueológicos que incluyen diversas estructuras milenarias como, por ejemplo:
- Templos.
- Viviendas.
- Tumbas.
Mediante estudios posteriores se llegó a la conclusión que dichas construcciones podrían ser obra de aproximadamente 200 polinesios que habitaron el lugar hace miles de años y que ya no estaban cuando los europeos las descubrieron.
¿Qué ocurrió en Malden durante el siglo XX?
Durante el siglo XX, nunca surgió la idea de poblar la isla Malden, ya que está a 204 kilómetros de la porción de tierra más cercana y a 450 kilómetros del sitio habitado más próximo.
Sin embargo, debido a su enorme cantidad de depósitos de guano fosfatado, despertó un gran interés por Estados Unidos, que envió a decenas de trabajadores para que se establecieran en el sitio y avancen con la extracción del material. La actividad cesó en la década de 1920.
En simultáneo, Malden también recibió la visita de múltiples balleneros. Pero, una vez más, sus ingresos a la isla finalizaron antes de alcanzar la mitad del siglo XX.
Finalmente, este remoto territorio volvió a tener relevancia mundial en 1956, cuando Reino Unido organizó la Operación Grapple, que consistió en la realización de pruebas de armas termonucleares en las inmediaciones de la isla. Puntualmente, se realizaron tres lanzamientos entre el 15 de mayo y el 19 de junio de 1957.
¿Cómo se protege este territorio en la actualidad?

La isla Malden es tan remota que carece de vegetación. Pero, por su historia pasada, muchas especies de animales se establecieron en el lugar.
Es por eso que en la década de 1970, mientras se avanzó con la firma de un tratado de amistad mediante el cual Estados Unidos reconoció que la administración de la isla debía quedar en manos de Kiribati, allí se creó el Santuario de Vida Silvestre para garantizar la protección de las poblaciones reproductoras de diversas aves marinas.
Ante este panorama, muy pocas personas volvieron a visitar esta pequeña isla, que tiene su punto más alto a 10 metros sobre el nivel del mar. Una buena noticia, sobre todo para la fauna y flora local.