Ubicado en el costado oriental del parque de Santander, en el centro histórico de Bogotá, el Museo del Oro es mucho más que una sala de exhibiciones; es el guardián de la identidad de los pueblos originarios de Colombia. Esta institución, que pertenece al Banco de la República, se fundó en 1939 con el objetivo de proteger y catalogar el patrimonio arqueológico del país, que en aquel entonces corría el riesgo de ser fundido o vendido ilegalmente.
Desde su inauguración oficial, el museo ha crecido hasta convertirse en un referente mundial. En su interior, los visitantes pueden recorrer salas que parecen sacadas de una película de aventuras, donde miles de piezas de oro, cobre y piedras preciosas brillan bajo luces cuidadosamente diseñadas para resaltar su perfección técnica. La colección no solo muestra objetos de lujo, sino herramientas, ofrendas religiosas y adornos que explican cómo vivían y en qué creían sociedades como los Quimbaya, los Calima y los Muisca.
Los tesoros y colecciones que alberga el Museo del Oro
Lo que hace que el Museo del Oro sea una parada obligatoria para cualquier viajero es la magnitud de su patrimonio. Se estima que el edificio alberga unas 34.000 piezas de oro y orfebrería, además de cerca de 20.000 objetos de cerámica, piedra y textiles. Cada objeto cuenta una parte de la cosmogonía nativa, donde el oro era considerado un símbolo de la energía solar y un puente de comunicación con las divinidades.
Entre sus piezas más famosas se encuentra la Balsa Muisca, una pequeña figura de oro que representa el ritual de la leyenda de "El Dorado". Esta balsa se encontró en 1969 en una cueva en el municipio de Pasca y es la prueba física de las ceremonias donde los nuevos caciques se cubrían de polvo de oro y lanzaban tesoros a las lagunas como ofrenda.
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Datos fascinantes sobre el lugar
- Fecha de inauguración: el museo abrió sus puertas por primera vez en diciembre de 1939.
- Afluencia de público: recibe aproximadamente 500.000 visitas al año, consolidándose como el museo más importante de Colombia.
- Pieza icónica: el Poporo Quimbaya, un recipiente ceremonial que se recuerda como la primera pieza de la colección y es un símbolo nacional.
- Certificación internacional: en 2018, la revista National Geographic lo eligió como uno de los mejores museos del mundo.
¿Cómo visitar el Museo del Oro y conocer sus secretos?
Para quienes deseen sumergirse en este universo dorado, el acceso es muy sencillo. El edificio actual, inaugurado en 1968 y diseñado por el arquitecto Germán Samper Gnecco, cuenta con cuatro salas de exposición permanente y una sala de exploración didáctica para los más chicos. Según el portal oficial del Banco de la República Cultural, el museo ofrece visitas guiadas en varios idiomas y cuenta con un sistema de sonido envolvente en la "Sala de la Ofrenda" que recrea la atmósfera de los rituales antiguos.
Una de las mayores curiosidades del Museo del Oro es que su bóveda principal cuenta con una seguridad extrema, comparable a la de los bancos más grandes del mundo, para proteger un tesoro cuyo valor histórico es, sencillamente, incalculable. Además, el museo realiza exposiciones itinerantes, llevando fragmentos de esta historia a ciudades de todo el planeta, desde Madrid hasta Nueva York.
Conocer este lugar es entender que la verdadera riqueza de Sudamérica no está solo en los metales preciosos, sino en la destreza, el pensamiento y el arte de quienes supieron trabajar la tierra con respeto y devoción. El Museo del Oro nos recuerda que el pasado siempre tiene algo nuevo que enseñarnos y que cuidar nuestro patrimonio es la mejor forma de brillar hacia el futuro.
