Tiene menos de cien habitantes y, aunque es visitado con frecuencia por turistas, no cuenta con hoteles ni restaurantes. Es un pequeño destino de la Edad Media para recorrer caminando en unas horas.
Si hablamos de casos únicos en el mundo, Os de Civís es uno de ellos. A este pequeño pueblo español solo puede llegarse cómodamente cruzando territorio que pertenece a Andorra, un enclave entre España y Francia.
Así, aunque Os de Civís se encuentra plenamente en España, por su altitud únicamente es accesible a través del país vecino. Salvo que, en una de esas casualidades, tengas un helicóptero de uso personal o caigas en paracaídas al pueblo.
El pueblo español se caracteriza por estar ubicado en un valle de difícil acceso, ya que sólo una ruta lleva a él. Así, si bien debe entrarse por Andorra, los controles fronterizos son mínimos porque no hay forma de salir en auto si no es por la carretera.
En cuanto al origen de Os de Civís, este surgió en la Edad Media y, según cuenta la historia, era disputado por catalanes y andorranos que trabajaban en el valle. La cuestión se resolvió con un enfrentamiento físico entre dos representantes, del que salió victorioso el catalán.
Desde entonces siempre tuvo pocos habitantes, y en la actualidad se estima que viven unas 80 personas. Aunque es muy visitado por turistas, no cuenta con:
Además, sus habitantes no tuvieron servicio de telefonía fija hasta la década de 1980 y la gestión de limpieza y basura está a cargo del gobierno de Andorra.
Lo más curioso es que sus casas, hechas de piedra y con los techos de pizarra negra, se mezclan con la formación geológica en la que está ubicado Os de Civís.
Además, el pueblo cuenta con una iglesia románica que destaca por su construcción y por el mural que tuvo, presente en un museo en la actualidad.
Por otro lado, algo que llama la atención de los viajeros es que en casi todas las casas hay un cardo colgado en la puerta. Según cuentan quienes viajan, los habitantes de Os de Civís quieren así evitar a los "malos espíritus" o la mala suerte.
El poblado destaca por su historia y cultura, evidenciadas en las construcciones y en sus calles adoquinadas. Pero además, al estar rodeado de zonas naturales, ofrece muchas actividades al aire libre.
Entre ellas, cuenta con rutas de senderismo que nacen en lo alto de la montaña donde está emplazado Os de Civís, actividad más recomendada para quienes tengan cierta experiencia en la caminata de montaña, por sus constantes subidas y bajadas.
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