La industria del cine estadounidense y sus películas no siempre estuvieron ubicadas en la famosa zona de Hollywood. En sus comienzos, arrancaron al otro extremo de país, siendo Nueva York el estado que las vio nacer. Sin embargo, su estadía en la costa este no duró demasiado. El cine pronto se trasladaría al sur de California por una serie de razones.
1. Los climas y paisajes de California
La primera razón para mudar la industria del cine fue que, en esta región, la mayoría de los días eran -y son- soleados y sin mucho viento. Los decorados se construían al aire libre por falta de luces suficientemente potentes; no usaban techos y se cubrían con muselina blanca para conseguir la iluminación difusa necesaria. Una iluminación así, constante y gratis, era imposible de obtener durante todo el año en lugares como Nueva York y Filadelfia.
También te puede interesar: ¿Sabías que el letrero de Hollywood no siempre se vio así?
A la vez, pensemos en los paisajes de California y las posibilidades que ofrecían estos al storytelling hollywoodense: los y las cineastas tenían acceso a montañas, océanos, playas y desiertos a menos de dos horas unos de los otros.
Además, California contaba con amplios espacios abiertos para operar. La tierra era abundante, barata y estaba bastante vacía, tres cualidades que encontramos de forma diametralmente opuesta en lugares como Nueva York y Filadelfia.
2. Las patentes de Thomas Edison para el cine
El clima y la idoneidad de la topografía para los exteriores naturales contribuyeron a la migración, pero la razón principal fue escapar del dominio de las patentes de Thomas Edison.
La industria cinematográfica se trasladó de Nueva York al sur de California en el siglo XIX para evitar las numerosas patentes del inventor, de las cuales muchas se aplicaban sobre la tecnología que se utilizaba para hacer películas.
También te puede interesar: ¿Quién fue la primera directora de cine del mundo?
3. Mano de obra en California
La tercera razón de la mudanza fue que la mano de obra era más barata en el oeste en desarrollo que en el este desarrollado, por lo que los costes de producción al otro extremo del país eran menores.
Además, el oeste no se había sindicalizado cuando la industria cinematográfica estaba empezando, mientras que muchas grandes ciudades de la costa este ya tenían sindicatos, lo que aumentaba los costes. Ni hablar de que la demanda de mano de obra era mayor.
