Ubicado en el número 29 de la calle Alcalá, una de las arterias más emblemáticas de Madrid, el Café de Fornos abrió sus puertas en 1870 y rápidamente se convirtió en un lugar de encuentro para artistas, políticos, escritores y aristócratas de la capital española.
Fundado por los hermanos Manuel y Mariano Fornos, el local fue pionero por su estilo elegante, su cuidada iluminación a gas y su ambientación refinada. Con amplios espejos, mobiliario de época y detalles lujosos, ofrecía a sus visitantes una experiencia única que mezclaba ocio y conversación intelectual. Su servicio era considerado de primera clase, y muchos lo frecuentaban tanto de día como de noche.
Durante varias décadas, el Café de Fornos fue escenario de tertulias políticas y literarias. Por sus mesas pasaron personalidades como Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán, Ramón María del Valle-Inclán y figuras de la nobleza y la realeza.
Café de Fornos: símbolo cultural de una época

El Café de Fornos no solo destacó por su arquitectura y clientela ilustre, sino también por haber reflejado el espíritu de una época marcada por el cambio social y cultural en España. A fines del siglo XIX y comienzos del XX, fue uno de los pocos locales de la ciudad que permanecía abierto durante toda la noche, algo inusual en ese momento.
Entre sus características más destacadas se encuentran:
- Ubicación: Calle Alcalá 29, Madrid.
- Año de fundación: 1870.
- Horario extendido: funcionaba también en la madrugada, lo que lo convirtió en un punto de encuentro nocturno.
Además de tertulias literarias, en el café se celebraban reuniones políticas, conciertos íntimos y hasta debates sobre la vida madrileña. En ese entonces, visitar el Café de Fornos era sinónimo de estar al tanto de los movimientos culturales y sociales de la capital española.
Mirá También

Faro de Moncloa: ¿cuál es la historia de esta extraña torre que resalta en el centro de Madrid?
El cierre y su legado en la ciudad

A pesar de su fama y relevancia, el Café de Fornos cerró en 1908, luego de casi 40 años de actividad ininterrumpida. Las razones fueron diversas: desde cambios en los hábitos de consumo hasta la aparición de nuevos espacios culturales y el inicio de un nuevo siglo con costumbres distintas.
Mirá También

Club Argentino: el curioso equipo de fútbol de España que se identifica como el “Granadero” de Madrid
Hoy, en el lugar donde funcionó este icónico establecimiento, se encuentra un edificio de oficinas y locales comerciales. Sin embargo, su memoria permanece viva en la historia urbana de Madrid y en los relatos de quienes lo consideraron uno de los centros culturales más importantes de su tiempo.
La historia del Café de Fornos es un reflejo de cómo los espacios públicos pueden marcar una época y convertirse en parte del patrimonio histórico y cultural de una ciudad.

¡Te has suscrito correctamente!

Te enviamos un correo electrónico para confirmar tu suscripción.
Por favor revisa tu cuenta para confirmar que quieres formar parte de nuestra lista de contactos.

Hubo un error intentando realizar la suscripción.
Intente nuevamente más tarde
