María Elena Walsh y Madonna no son dos personas que nos imaginamos de manera conjunta en general, menos aún compartiendo un mismo espacio físico.
Por eso resulta interesante volver en el tiempo, casi unos treinta años atrás, para ubicarnos en aquél día de verano donde las dos no sólo cruzaron caminos, sino que charlaron durante horas.
¿Cuándo estuvo Madonna en Argentina?
Un 21 de enero de 1996, Madonna llegaba a la Ciudad de Buenos Aires para dar comienzo al rodaje de la película Evita, en la que tuvo el rol protagónico como Eva Duarte de Perón.
Se hospedó en la exclusiva mansión Alzaga Unsué, un palacio impresionante, perteneciente al hotel Hyatt (actualmente el Four Seasons).
También te puede interesar: Conocé cuáles son las cinco canciones más escuchadas de María Elena Walsh
Allí se quedaría durante casi tres meses para completar la concreción del film. Su estadía, como era de esperar, revolucionó la ciudad y fue trending topic constante para la prensa y los paparazzi, quienes siguieron sus pasos día a día.
Otro personaje importantísimo fueron obviamente los fans, que la esperaban afuera de su residencia a la ferviente espera del más mínimo reconocimiento por parte de la cantante. Madonna les respondía y cumplía sus expectativas cuando salía por el balcón a saludar.
¿Cómo se conocieron María Elena Walsh y Madonna?
Ese mismo día, Madonna hizo varias visitas oficiales a personas vinculadas con la cultura, la política y la historia argentina. Al fin y al cabo ese era el principal motivo de su llegada a la ciudad casi un mes antes del comienzo de la filmación: recolectar la mayor cantidad de datos e información sobre Eva Duarte de Perón a través de la gente que estaba vinculada a ella.
También te puede interesar: ¿Cuáles fueron los recitales más concurridos de la historia?
María Elena Walsh y Madonna se reunieron durante tres horas en un departamento sobre Avenida Callao, en el barrio porteño de Recoleta.
La cantante y actriz estadounidense buscó resolver las dudas que tenía sobre Evita y mostró una actitud sumamente curiosa en lo que respecta a los detalles íntimos de la vida de Eva: la manera en que movía las manos, su personalidad, cómo era su relación con Juan Domingo Perón. Por suerte, ahí estaba María Elena Walsh para ayudar en lo que pudiera.
