Fue el más alto de la ciudad durante cinco años y aún resalta en el paisaje urbano con su curioso diseño en forma de “L”.
Al llegar a la famosa ciudad de Mar del Plata y recorrer la Avenida Colón, que roba suspiros con su enorme pendiente, hay quienes disfrutan las vistas urbanas y ponen el foco de atención en los edificios de la ciudad, entre los que se destaca el Palacio Cosmos.
Si bien la gran mayoría de las construcciones residenciales de este destino turístico, tienen alturas similares, allí también existen una serie de torres que se identifican como los “rascacielos marplatenses”.
Curiosamente, tres de ellas son obras del mismo arquitecto, se posicionaron entre las más altas del país (al momento de su inauguración), albergaron carteles publicitarios icónicos y, hasta el día de hoy, conservan su aspecto original.
Tras la apertura de su primer gran edificio en Mar del Plata, el arquitecto Juan Antonio Dompé fue por más y se encargó de la obra del Palacio Cosmos, que abrió sus puertas en 1964.
Al momento de su inauguración, esta torre de 119 metros de altura, emplazada sobre la Avenida Colón, entre las calles Sarmiento y Alsina, se ganó el título a la “más alta de la ciudad” y una de las más elevadas del país.
Y, al mismo tiempo, también resaltó por su modernidad y su diseño en “L”, con cientos de departamentos amplios, con vistas a la ciudad, las playas principales y al mar.
El Palacio Cosmos de Mar del Plata tiene un total de 38 niveles, de los cuales 35 albergan 280 departamentos (8 por piso). El resto se divide en:
Un detalle no menor es que, además de los espacios descritos, por debajo del Palacio Cosmos hay otros dos niveles, identificados como una gran sala de máquinas.
En 1962, el nombre del arquitecto Juan Antonio Dompé adquirió relevancia en Mar del Plata, luego de que los vecinos supieran que él se encargó del diseño y de la construcción del Palacio Edén, de 88 metros de altura, frente a la Plaza Colón.
Cuatro años después, y como ya hemos mencionado, Dompé presenció la apertura del Palacio Cosmos, de 119 metros de altura, que fue el más alto de la ciudad hasta la apertura del Edificio Demetrio Elíades, en 1969.
Como era de esperar, esta última torre, de 125 metros de altura, también fue obra de Juan Antonio Dompé y, hasta el día de hoy, es la construcción más elevada de “La Feliz”.
Junto al Cosmos, el Elíades se convirtió en la clásica postal de la ciudad y, durante décadas, han sido llamados por el nombre de las marcas que tenían un cartel publicitario en las terrazas de ambas construcciones.
Hoy en día, el Elíades conserva el anuncio de la famosa empresa de alfajores y es identificado con este nombre. Pero, en cuanto al Cosmos, que antiguamente se lo conocía con el nombre de dos empresas internacionales (de gaseosa cola y de tecnología), hoy ya perdió ambos “apodos” porque, simplemente, también perdió los carteles.
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