El tango es Patrimonio de la Humanidad. Las dos ciudades que se atribuyen la creación del tango como tal -Buenos Aires y Montevideo- presentaron conjuntamente la candidatura y consiguieron que fuera declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.
A pesar de haber obtenido este prestigioso galardón, una parte de la historia del tango es poco conocida: en sus inicios, era bailado exclusivamente entre hombres.
¿Cuál es la historia del tango?
El tango es la contribución de Argentina al mundo de la danza. Surgió en los burdeles y cafés bajos de Buenos Aires a principios de siglo XX.
Lo que no muchos saben es que, en sus inicios, el tango era un baile entre dos hombres que, poco después, se convirtió en el baile obsceno de los burdeles, donde tanto hombres como mujeres tenían la oportunidad de tener esa cercanía física que la sociedad condenaba.
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Con el paso de los años, el tango cambió y se convirtió en un baile elegante y con estilo que evoca una imagen de la alta sociedad, con mujeres vestidas con elegantes y relucientes vestidos de noche y hombres con traje y frac.
¿Por qué solía bailarse entre hombres? Primera teoría
Un hecho confirmado de nuestra historia es que, algún tiempo atrás, el tango se bailaba entre hombres. Lo que no pudo ser 100% confirmado es por qué esto era así.
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Una primera teoría dice que el tango se hizo popular entre hombres debido a la escasez de mujeres y la idea de que había que ser un buen bailarín para conquistar las pocas que había. Así, el tango habría nacido como una actividad de hombres, quienes se reunían para practicar los pasos de baile antes de pasar a la acción en los encuentros sociales.
¿Por qué el tango solía bailarse entre hombres? Segunda teoría
La segunda teoría hace hincapié en la naturaleza inmigratoria del tango. Despojados de sus tierras, lejos de sus familias y desilusionados con el escenario que se encontraron en Argentina, los inmigrantes italianos, franceses, turcos, irlandeses y alemanes sufrían más la melancolía de la noche que el resto de la población.
Para curar las penas, se congregaban en las esquinas de los "arrabales" (las afueras de la ciudad), o se agolpaban en los bares donde podían adormecer sus deseos con vino barato y cantar lúgubres canciones de amor andaluzas y napolitanas a las mujeres que quedaban atrás.
En este "mundo masculino" solía haber violencia cuando el alcohol y otras sustancias hacían efecto. Allí es donde, según esta segunda teoría, surge el tango. Los hombres no lo bailaban brazo con brazo, sino en una especie de balé, expresando la historia de dos hombres enzarzados en un combate mortal simbólico quienes buscaban recuperar esa masculinidad e identidad perdidas.