El aullido de los perros es un sonido que se escucha prácticamente todos los días. Sin embargo, tal vez por estar acostumbrados a oírlo, podemos olvidar que, más que una melodía perruna, es una forma de comunicarse que tiene el "mejor amigo del ser humano".
Comúnmente, se vincula un aullido con una señal de advertencia, al igual que sucede con los lobos. Pero esta expresión bastante particular de los canes en realidad tiene más de un motivo. Sólo hay que poder identificarlo.
El aullido, una herencia de los lobos
Todas las especies de perros son descendientes de un ancestro común: el lobo. De hecho, el aullido está mucho más asociado a este animal que a los canes domesticados, y por eso muchas veces se entiende a la acción de aullar como una advertencia inminente de peligro.
Sin embargo, los lobos no aúllan sólo como advertencia. También lo hacen para expresar emociones, comunicarse con otros miembros de la manada y también marcar territorio. Y esa acción, al igual que otras cualidades, se extendió hacia sus descendientes, los perros.
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¿Por qué aúllan los perros?
Hay distintos motivos que explican el aullido de un perro. Ciertamente, no es lo mismo que un ladrido, y suele estar más asociado al dolor o al peligro que a la alegría que puedan sentir. A pesar de lo que se crea, al día de hoy distintos expertos pudieron determinar que si un perro aúlla, hay que detenerse en la intensidad y duración del mismo, ya que puede indicar distintas cosas:
- Si es un aullido corto, seguramente sea de felicidad.
- Si es largo, puede deberse a que siente soledad.
- Como imitación, del sonido de una sirena de ambulancia o patrullero.
- Que siente dolor.
- Que quiere marcar territorio.
