La naturaleza tiene escenarios literalmente impresionantes. Entre ellos, los agujeros azules siempre llaman la atención por su forma, su color intenso y los secretos que guardan bajo la superficie. El más famoso durante décadas fue el Gran Agujero Azul de Belice, explorado por Jacques-Yves Cousteau en 1960.
Sin embargo, una medición reciente reveló que el agujero azul más profundo del planeta está en otra parte de Latinoamérica y tiene un nombre de origen maya: Taam Ja’, que significa "agua profunda".
Este fenómeno se encuentra en la bahía de Chetumal, en el estado mexicano de Quintana Roo. Allí, un equipo de oceanógrafos confirmó en 2024 que este agujero azul supera los 420 metros de profundidad, cifra que lo pone por encima del Agujero del Dragón, en el Mar de China Meridional.
Aun así, su fondo real sigue siendo un misterio, porque los instrumentos utilizados no lograron llegar hasta el final del descenso.
El origen del Gran Agujero Azul y cómo se formó Taam Ja'
Los agujeros azules se forman cuando el agua marina atraviesa grietas en el lecho rocoso y disuelve minerales, generando cavernas que, con el tiempo, se expanden y colapsan. En Belice, por ejemplo, este proceso ocurrió hace miles de años, cuando la caverna que había bajo tierra quedó completamente inundada tras el fin de la última Edad de Hielo.
En México, el agujero azul Taam Ja’ se investiga de forma sistemática desde 2021. Los especialistas del Conahcyt y del Ecosur lograron medir más de 420 metros gracias a un perfilador CTD, un instrumento que analiza la conductividad, la temperatura y la profundidad del agua.
Mirá También
Triángulo de las Bermudas: tres argumentos científicos que explicarían las desapariciones
Sin embargo, las fuertes corrientes detuvieron el descenso antes de alcanzar el fondo, por lo que su profundidad exacta podría ser mayor. Aún queda pendiente de investigar.
Agujero azul Taam Ja’: lo que descubrieron los científicos
La expedición de 2023 no solo confirmó su récord mundial, sino que también permitió registrar detalles que ayudan a entender mejor estas formaciones. Entre ellos se destacan:
- Variaciones bruscas en la temperatura del agua, que cambian según la profundidad.
- Zonas sin iluminación donde podrían existir especies adaptadas a condiciones extremas.
- Paredes verticales que sugieren un sistema de cuevas aún no explorado.
Las investigaciones continúan porque Taam Ja’ podría albergar una biodiversidad desconocida y conectar con cavernas submarinas mucho más grandes. Los científicos creen que estos ambientes podrían revelar datos clave sobre la geología del Caribe e incluso sobre cómo evolucionan ciertos organismos en zonas sin luz.
La imagen de portada es del Agujero Azul de Belice.