Desde nacimientos o fallecimientos de personas célebres hasta eventos que marcaron un antes y un después, en esta nota te contamos tres hechos clave que ocurrieron un 6 de agosto en Argentina.
1911 - Muere Florentino Ameghino
El 6 de agosto de 1911, a los 56 años, falleció en la ciudad de La Plata el científico Florentino Ameghino, uno de los naturalistas más importantes del país. A lo largo de su vida, se destacó como paleontólogo, antropólogo y geólogo.
En una época en la que la ciencia aún daba sus primeros pasos en Argentina, Ameghino logró reconocimiento internacional por sus investigaciones sobre fósiles y evolución. Entre sus aportes más recordados se encuentra la teoría sobre el origen del hombre en América, que generó gran debate en su tiempo.
Además, fue vicedirector del Museo de La Plata y fundó importantes publicaciones científicas. Su legado continúa presente en instituciones que llevan su nombre y en el respeto de la comunidad científica por su obra pionera.
1958 - Creación de Yacimientos Carboníferos Fiscales
El 6 de agosto de 1958, mediante el decreto 3686/58, el presidente Arturo Frondizi fundó Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF), una empresa estatal destinada a explotar, transportar y comercializar el carbón de las minas de Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz.
Esta medida formó parte de una política energética que buscaba fortalecer el desarrollo industrial del país a partir del aprovechamiento de los recursos propios.
El yacimiento de Río Turbio, activo desde la década de 1940, representa una de las reservas más importantes de carbón en Argentina. Con la creación de YCF, el Estado nacional asumió un rol central en su administración, con el objetivo de garantizar el abastecimiento energético.
1981 - Incendio del Teatro Picadero
Durante la madrugada del 6 de agosto de 1981 un incendio intencional destruyó el Teatro Picadero, ubicado en la diagonal Enrique Santos Discépolo, a pocos metros de Corrientes y Callao, en la Ciudad de Buenos Aires.
La sala se había transformado pocos días antes en el centro de una experiencia única: Teatro Abierto, un ciclo colectivo impulsado por artistas, directores y dramaturgos que se opusieron públicamente a la censura impuesta por la última dictadura cívico-militar.
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A pesar del atentado, los organizadores decidieron continuar con el ciclo y trasladaron las funciones al Teatro Tabarís, donde el público respondió con aún más entusiasmo.
