El café es una de las bebidas que más se consume en todo el mundo, junto al agua y la cerveza. Acompaña desayunos y meriendas, pero muchos lo prefieren después de almuerzos o cenas para que les ayude en su digestión.
Si embargo, no es lo mismo disfrutar de una taza de café torrado que de tostado. La principal diferencia entre ambos tipos radica en el proceso industrial que atraviesan los granos, que determinará su sabor y calidad.
La clave está en el azúcar
En Argentina es muy común encontrar en los supermercados el café torrado, incluso más que el tostado. Sin embargo, no es el preferido en la mayoría de los países porque su proceso de elaboración le añade un componente que empeora su calidad y disfraza los defectos del grano de café: el azúcar.
Para este tipo de café, la industria aprovecha los granos "imperfectos" y de menor calidad, los rompe y, al momento de tostarlos, les echa azúcar (que puede llegar a agregarse hasta un 10%). Cuando esta se carameliza, les otorga ese color oscuro tan característico.
Ese caramelo que se forma debido al azúcar, y que se tuesta luego del proceso, en realidad le otorga al café un sabor más intenso y amargo, además de quemado. Sin embargo, es muy común que se elabore ya que disminuye el peso y la humedad de los granos, pero se cobran con el mismo valor (cuando en realidad una porción de ese peso es el azúcar). Actualmente, se consume en países como:
- Uruguay.
- Paraguay.
- España, de donde se cree que es originario.
- Portugal.
También te puede interesar: ¿Por qué las tazas de café se sirven con un plato debajo?
El café tostado natural pertenece a un universo prácticamente diferente. Al momento de pasar los granos por las máquinas, no se les agrega azúcar, por lo que su sabor es más suave y menos amargo.
Al no tener azúcar, este tipo de café se presenta como una opción más saludable. No sólo por no tener endulzantes agregados, sino porque no adquiere ese sabor quemado producto del caramelo, que empeora la calidad y las propiedades de los granos.
Sin embargo, no hay que descuidar su proceso. Si los granos se tuestan demás, sí puede volverse café quemado. Generalmente, ese proceso dura entre 8 y 12 minutos.
También te puede interesar: ¿Sabías que la invención del café descafeinado fue un error?
¿Cómo distinguir entre ambos tipos de café?
La distinción principal puede hacerse en el color. En el café torrado, los granos adquieren un color marrón oscuro y en ocasiones puede llegar a brillar. El café tostado, si bien también adquiere un color marrón, suele ser más claro y opaco.
Otra forma de diferenciar ambos tipos, que es quizás la más inmediata, es probando la bebida ya preparada. En caso de ser torrado, tendrá un sabor más amargo e intenso, mientras que el tostado será más suave.
Por último, también puede revisarse el paquete en el que se vende el producto. En el tostado natural, el único ítem en la lista de ingredientes será el café, pero en el caso del torrado también se leerá azúcar e incluso pueden aparecer otros aditivos o conservantes.