La palabra "brunch" se puso de moda hace ya algunos años, y sintetiza una idea muy específica con respecto a la comida. El término viene del inglés y combina dos palabras: breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo).

Así, es una expresión que se utiliza para referir a la "comida intermedia" entre el desayuno y el almuerzo. Pero es más que una simple colación, ya que el brunch propone hacer una única ingesta que combine ambos momentos, y que suele ocurrir entre las 11 y las 13 horas.

No existe una traducción literal al español, pero si tuviéramos que inventar un término podría ser "desalmuerzo" o incluso "almuerzayuno".

¿Cuál es el origen del brunch?

Según el registro más antiguo del que se tiene conocimiento, el término brunch apareció por primera vez en la revista inglesa Punch en 1896. Allí, sin embargo, el artículo menciona también un segundo término y hace una distinción importante:

• "Brunch" debe utilizarse cuando la comida está más cerca del desayuno.
• "Blunch" debe usarse cuando, al momento de sentarse a la mesa, se está más cerca del horario del almuerzo.

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Ambos hacían referencia a la práctica que tenía la sociedad inglesa de buenos recursos económicos de pasar la noche del sábado de fiesta. El domingo, se levantaba más tarde y ordenaba a sus cocineros que les prepararan una gran y única comida que durara la mayor parte del día.

Con el tiempo el término "blunch" cayó en desuso, y "brunch" viajó por distintos países europeos hasta asentarse cómodamente. En España, por ejemplo, es común que muchos bares, restaurantes y cafés ofrezcan platos tradicionales en estas comidas. En Argentina, sobre todo en grandes ciudades, también es común que muchos locales gastronómicos ofrezcan un brunch para grupos grandes de personas.

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¿Qué se puede comer en el "desalmuerzo"?

Como el brunch propone sintetizar dos comidas en una, lo que ofrece debe ser abundante. Si nos atenemos a que tradicionalmente el desayuno es dulce, y el almuerzo es salado, en el brunch podemos encontrar comidas de ambos tipos, como:

• Medialunas sin o con relleno de jamón y queso.
• Huevos revueltos y palta.
• Tostadas con mermelada.
• Porciones de torta.
• Frutas.
• Yogur con granola.
• Variedades de quesos y fiambres.
• Café con leche.
• Jugo de naranja.