El bullying es sinónimo de hostigar. Se trata de un comportamiento prolongado que puede ser de distintos tipos y puede incluir insultos, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresiones físicas de un niño hacia otro. El ciberbullying es un tipo de acoso que se ejerce a través de e-mails, mensajería instantánea, redes sociales, mensajes de texto, teléfonos móviles y páginas de internet. De esta forma se logra que el hostigamiento pueda darse a toda hora y desde cualquier lugar, saliendo del ámbito escolar, aunque repercute en él aunque no suceda allí.
Estos comportamientos, contrario a lo que se cree, en la mayor parte de los casos no tiene que ver con una baja autoestima de quien lo ejerce, sino con el hecho de tener poder sobre otras personas.
María Zysman, es la directora de Libre de Bullying y explica que en la escuela y entre pares se dan situaciones de conflicto que no son bullying: "la diferencia entre conflicto y acoso o hostigamiento escolar consiste principalmente en que en una situación de bullying, hay alguien que está por encima del otro, no son pares. Nosotros cuando abordamos conflictos en la escuela, lo hacemos siempre desde la igualdad, la paridad. Traigo a dos chicos que discutieron, no se pueden poner de acuerdo en qué hacer, pero están en el mismo lugar de poder". Además, agrega que en el caso del bullying hay alguien que tiene mucho poder y otro que no puede responder a esa situación y que hay que buscar estrategias como para volver a equilibrar ese poder y a partir de ahí buscar una solución.
El bullying y el ciberbullying tienden a naturalizar la violencia, la crueldad y la injusticia en el ámbito escolar y tienen efectos negativos en la víctima, en el agresor y en los espectadores.
¿Cuál es la diferencia entre el bullying y la discriminación?
El Día de la Cero Discriminación se celebra todos los 1 de marzo, desde 2014. Fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Su objetivo principal es tener presente que todas las personas tienen derecho a vivir una vida plena y productiva con dignidad. Además se busca promover la igualdad, la inclusión y la compasión, eliminando los obstáculos legales y sociales que perpetúan la discriminación.
Zysman explica que el bullying y la discriminación no son lo mismo, pero que están estrechamente vinculados: "El bullying y la discriminación no son sinónimos, tienen diferencias. La discriminación implica considerar que algo no se merece pertenecer a algún lado. Me baso en prejuicios, en estereotipos para dejar afuera a alguien. Cuando uno discrimina no necesariamente está haciendo bullying, pero para hacer bullying se necesita primero discriminar. Yo le quito los derechos al otro, pero a partir de ahí empiezo a organizar el contexto y a mis compañeros para que a esa persona le pasen cosas que tiene que ver con no pertenecer, con sentir que está de más, que no es querido, que es ridículo, que es menos, que aquel que previamente lo discriminó.
¿Cómo se puede dar cuenta una familia de que sus hijos están sufriendo bullying o ciberbullying?
"Muchos piensan que el bullying es una parte normal del crecimiento y que todos los chicos tienen que pasar por eso para fortalecerse, que en este mundo cruel si uno no le enseña a bancarse el maltrato, el chico está en inferioridad de condiciones. Nosotros proponemos lo contrario. La vida le presenta situaciones de dolor a los chicos como para que se curtan solos. No hace falta generarle situaciones a propósito" —señala la especialista y continúa— "No es verdad que el que supera situaciones de bullying tiene la autoestima más alta y puede plantarse frente al mundo. Muchas veces quedan destruidos".
Zysman afirma que ningún chico la pasa bien en un aula donde ve que hay alguien que está siendo agredido permanentemente y que a veces hasta tienen ganas de ayudar, pero no pueden. "A los papás, a las mamás, a los abuelos, les digo, que sin prejuzgar que miren los cambios de conducta que pueden tener los chicos y que se pregunten siempre qué estará pasando con sus vínculos", recomienda.
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La especialista dice que los chicos hostigados se se apagan, "se se ponen grises" y que sus actitudes pueden cambiar absolutamente entre los días de semana y el sábado y el domingo. Otro momento en el que se detectan estos cambios es cuando se aproxima el inicio de clases.
Para lograr evitar las agresiones, recomienda que es muy importante enseñar con el ejemplo e involucrarse en los consumos de los más jóvenes: saber qué música escuchan, qué programas y películas ven y qué siguen en redes sociales, "para poder hablar de los temas sacándolos a ellos del lugar de protagonistas, porque ahí los chicos se cierran". Destaca que es importante mantener la calma y conversar con los chicos sobre cómo quieren que se maneje la situación, para generar confianza y que las instituciones tienen que intervenir cuando se detecta un caso de bullying o ciberbullying, pero con confidencialidad.
Además, destaca que es sumamente importante hacer acuerdos con las otras familias: "A veces lo que tiene que estar claro es que uno tiene que convivir aunque no esté de acuerdo. Probablemente no esté completamente alineada con las otras familias, pero tenemos que lograr que nuestros hijos nos vean coherentes y que desaprobamos absolutamente cualquier dinámica de hostigamiento".
¿Cómo detectar si está ocurriendo en el aula?
"Los docentes en la escuela para prevenir estas situaciones tienen que tener en claro que hay conductas que no se aceptan porque dañan a todos y de esa manera nadie aprende. Hay que transmitirle a los chicos que cuando algo hace llorar no es gracioso, que si duele se tiene que terminar, trabajar el sentido del humor, conceptos como discriminación y abuso", señala Zysman.
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Destaca que es importante comprender que no hay que modificar a la víctima, sino a ciertos valores que imperan en un curso y que muchos de los contenidos que son necesarios tratar están dentro de la Educación Sexual Integral.
Por otra parte, cuenta que lo más difícil para las escuelas es poder trabajar y abordar dentro del aula cosas que vienen de las redes sociales y de los contenidos que los chicos miran: "ahí se está complicando un poco porque los docentes dicen que no les corresponde y las familias les piden que intervengan y en realidad nos corresponde a todos".
