En tiempos donde se estaba configurando y organizando el sistema educativo argentino, el conocimiento de la población en edad escolar era un dato importante y significativo para pensar en futuras acciones gubernamentales. Por eso es que en 1883 se llevó a cabo el primer Censo Educativo de la Argentina, un año antes de la sanción de la Ley de Educación Común 1.420.

El antecedente era el primer censo poblacional realizado en 1869 durante la presidencia de Sarmiento, cuyos resultados fueron preocupantes porque de 413.459 niños en edad escolar sólo 82.671 asistían a la escuela.

Este censo es el primero que ofrece un recuento sistemático de la población escolar y buscaba respuestas a los siguientes datos: cuál era la población escolar de 5 a 14 años de edad, cuántos sabían leer y escribir y dónde lo habían aprendido, a cuánto ascendían las personas analfabetas, y cuáles eran los datos de los padres, tutores o encargados. Además, el censo tenía una segunda parte referida a las escuelas públicas y privada, sus alumnos, sus condiciones higiénicas, su material de enseñanza, su mobiliario, su profesorado, sus programas de enseñanza y cuestiones de orden económico.

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