El Puente del Cañón Huajiang, inaugurado en 2025, se alza como el puente más alto del mundo, un título que reafirma el liderazgo de China en ingeniería y construcción de grandes infraestructuras. Esta colosal obra cruza el profundo cañón del río Beipan, en la provincia de Guizhou, y une las regiones montañosas de Huajiang y Duge.
Su altura total es de 625 metros, equivalente a dos veces el tamaño de la Torre Eiffel, y su longitud alcanza los 2,8 kilómetros. Pero más allá de su tamaño, lo que sorprende es su utilidad: gracias a este puente, el viaje entre las dos orillas del cañón se redujo de dos horas a apenas dos minutos.
Construido con una estructura colgante de acero y sostenido por gigantescos pilares anclados en los bordes del cañón, el puente fue diseñado para resistir vientos extremos y movimientos sísmicos, lo que lo convierte en una obra maestra de la ingeniería moderna.
¿Cómo se construyó el nuevo puente más alto del mundo?
El proyecto del Puente del Cañón Huajiang comenzó hace varios años como parte del plan nacional chino de infraestructura y conectividad regional. La provincia de Guizhou, caracterizada por su geografía montañosa, necesitaba una solución que mejorara el transporte terrestre sin afectar el paisaje natural.
Durante la construcción, los ingenieros enfrentaron desafíos extremos: pendientes pronunciadas, profundos valles y condiciones climáticas difíciles. A pesar de ello, lograron completar la obra con una precisión milimétrica.
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Datos clave del puente más alto del mundo
- Altura: 625 metros sobre el cañón.
- Longitud total: 2.890 metros.
- Ubicación: Provincia de Guizhou, China.
- Tipo de estructura: Puente colgante de acero.
- Duración del viaje: reducida de 2 horas a 2 minutos.
- Inauguración: 2025.
Además, el puente cuenta con un sistema de control inteligente que monitorea su estabilidad en tiempo real, detecta cambios estructurales y ajusta automáticamente la tensión de los cables, garantizando su seguridad ante cualquier eventualidad.
Un nuevo ícono turístico y tecnológico de China
El Puente del Cañón Huajiang no solo mejoró la conectividad de la región, sino que también se transformó en un nuevo atractivo turístico. Su diseño elegante, su altura vertiginosa y las vistas panorámicas que ofrece sobre el valle lo convirtieron en un destino popular entre los viajeros y fotógrafos.
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Desde su apertura, miles de visitantes llegan para observar cómo el puente flota entre las nubes, una experiencia que parece sacada de una película de ciencia ficción. Por la noche, un sistema de iluminación LED resalta su silueta y lo convierte en un símbolo de innovación y desarrollo para la región.
El Puente del Cañón Huajiang no solo batió récords mundiales, sino que demostró cómo la ingeniería puede transformar un territorio montañoso en una vía de progreso. Con 625 metros de altura y casi tres kilómetros de extensión, es un testimonio del poder creativo y técnico con el que China sigue desafiando los límites de lo posible.
