El desierto de Chihuahua, con sus plantas suculentas y montañas áridas, parece un territorio hostil y silencioso. Sin embargo, bajo esa superficie seca se esconde uno de los sistemas de cuevas más impresionantes del planeta: el Parque Nacional Cavernas de Carlsbad, ubicado en el sur de Estados Unidos.
Este parque, creado en 1930, alberga más de 120 cuevas de piedra caliza formadas a lo largo de millones de años. Muchas de ellas se originaron cuando el ácido sulfúrico disolvió la roca, dando lugar a enormes salas subterráneas y pasajes profundos. Por su valor natural y científico, el lugar fue reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Cavernas de Carlsbad: un mundo oculto bajo tierra
Las Cavernas de Carlsbad se destacan por la abundancia y diversidad de espeleotemas, es decir, formaciones rocosas decorativas como estalactitas, estalagmitas y columnas. Entre todas las cuevas del parque, una de las más estudiadas es la cueva de Lechuguilla, considerada un verdadero laboratorio natural.
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Estalactitas y estalagmitas: ¿cuál es cuál?
Esta caverna es famosa por sus estructuras únicas, como enormes "candelabros" de yeso que pueden superar los seis metros de largo. Además, allí continúan formándose espeleotemas poco comunes, lo que permite a los científicos observar procesos geológicos y biológicos en un entorno casi intacto.
Un parque protegido y monitoreado
Para preservar este delicado ecosistema subterráneo, el acceso a muchas cuevas del parque está estrictamente controlado. Solo una parte reducida recibe visitas masivas, mientras que las zonas más profundas se mantienen cerradas al público general. Entre las principales medidas de cuidado se destacan:
- El control del número de visitantes y de los recorridos permitidos.
- El monitoreo constante de la calidad del aire, el clima y los ecosistemas internos.
- Programas educativos para concientizar sobre la fragilidad de las cuevas.
Estas acciones buscan minimizar el impacto humano, ya que incluso pequeños residuos pueden alterar la vida microscópica del interior de las cavernas. Además, el parque enfrenta amenazas externas, como la extracción de petróleo, gas y agua en zonas cercanas, que podrían afectar los recursos naturales subterráneos.
Qué se puede hacer al visitar las Cavernas de Carlsbad
Quienes recorren el Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad pueden caminar por la famosa Gran Sala, una de las salas subterráneas más grandes de América del Norte. El recorrido es bastante plano, de aproximadamente 2 kilómetros, y se tarda en promedio una hora quince minutos en hacer.
Lo curioso del recorrido es que no sólo regala las vistas más sorprendentes del Parque Nacional, sino que además permite observar una escalera de soga hecha por escaladores en 1924.
Otra de las vías de acceso es la Entrada Natural, igual de impresionante pero mucho más exigente. De hecho, y porque es un paisaje muy escarpado, no se recomienda a los visitantes que tengan problemas de salud.
Para terminar, un dato curioso e información importante: entre mayo y octubre, además, es posible observar el espectacular vuelo nocturno de miles de murciélagos que salen de las cuevas al atardecer. El horario de visita es de 8 a 17 hs, con último ingreso permitido a las 14:30 hs (si no, ¡no da el tiempo de recorrer –casi– todo!).