El elevador Bom Jesus, ubicado en el santuario homónimo de Braga, Portugal, es considerado uno de los funiculares más antiguos del mundo aún en funcionamiento. Fue inaugurado el 25 de marzo de 1882 y desde entonces conecta la parte baja de la ciudad con el santuario, situado en lo alto de una colina rodeada de jardines y senderos.
Su construcción fue impulsada por el ingeniero portugués Raul Mesnier de Ponsard, quien utilizó un sistema innovador para la época: el contrapeso de agua. Esta técnica consiste en llenar un tanque en el coche que desciende, cuyo peso hace que el coche ascendente suba, aprovechando la fuerza de la gravedad. El método no solo era eficiente, sino también ecológico, ya que no requería electricidad ni combustibles fósiles.
Características del elevador Bom Jesus

El recorrido del funicular tiene 274 metros de longitud, con una pendiente de 42%, y une la estación inferior con la explanada del santuario en apenas tres minutos. A lo largo de su trayecto, los pasajeros disfrutan de vistas panorámicas de la ciudad y del frondoso parque que rodea la colina.
Algunas características destacadas del elevador son:
- Año de inauguración: 1882.
- Sistema de funcionamiento: contrapeso de agua.
- Tiempo de viaje: 3 minutos.
- Longitud del recorrido: 274 metros.
Además de transportar turistas y peregrinos, el elevador es parte del patrimonio cultural y técnico de Portugal. En 2013 fue declarado Monumento Nacional, lo que asegura su preservación para las próximas generaciones.
Un atractivo turístico y patrimonial de Portugal

El elevador Bom Jesus no es solo un medio de transporte, sino también una experiencia histórica. A diario, cientos de visitantes lo utilizan para acceder al santuario, famoso por su escalinata barroca de 577 peldaños y su iglesia del siglo XVIII.
La experiencia de subir en este funicular es especialmente recomendada para quienes desean evitar la exigente caminata, pero también para quienes buscan viajar en un vehículo histórico que sigue funcionando con la misma tecnología que hace más de 140 años.
En la actualidad, el elevador forma parte de un conjunto turístico que incluye hoteles, restaurantes, miradores y senderos naturales. Es administrado por la Confraria do Bom Jesus do Monte, que mantiene su operatividad y garantiza la seguridad de los pasajeros.

