El mate es una bebida fundamental para la cultura sudamericana. Se trata de una infusión que se prepara vertiendo agua caliente en un recipiente relleno con yerba, y se toma succionando una bombilla. Sin embargo es más que una simple infusión: es familia, momentos, refugio; es compañía, incluso cuando se lo toma de forma individual.
Por mucho que lo compartamos, por mucho que cruce fronteras regionales y hasta internacionales, hay ciertas creencias sobre su preparación que lejos están de ser universales. La temperatura del agua, por ejemplo, ¿puede ser cualquiera? La ciencia nos da la respuesta.
Hay una temperatura ideal
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) viene, desde hace años, resolviendo muchos de los debates que rodean la preparación de esta infusión omnipresente a través de distintas investigaciones y publicaciones.
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La institución encontró que la temperatura ideal del agua de mate es 75ºC. Este valor nos asegura el punto justo, de forma que no esté ni tibio ni hirviendo. Incluso recomienda empezar a cebarlo con agua tibia, a medida que se calienta el agua en la pava. ¿La razón? Que no se queme la yerba.
¿Cómo preparar un mate paso a paso?
El consenso de cualquier sociedad matera pareciera ser este: no es obligatorio acatar un set de reglas estrictas para disfrutar un buen mate. Sí existen sin embargo ciertas sugerencias, ciertos protocolos aceptados. Uno de ellos comporta los pasos para preparar la infusión, y dice algo así:
- Llenar un termo con agua caliente.
- Verter yerba en el mate.
- Taparlo con la mano y agitar, con tal de sacarle el polvo.
- Formar un hueco en la yerba y ponerle agua tibia.
- Meter la bombilla.
- Cebar y disfrutar.