El título al puente más largo de Europa es, desde el 16 de mayo de 2018, para el Crimea, que se encuentra sobre el estrecho de Kerch, en una zona de gran disputa territorial entre Ucrania y Rusia.
Puntualmente, la estructura ferroautomotora enlaza Chushka, en la península de Tamán, Rusia, con la península de Kerch, Crimea, donde se registraron los mayores conflictos internacionales de la región.
Ante las condiciones del terreno, que se encuentra en una zona propensa a los sismos, la planificación y todo el proceso de construcción del puente más largo de Europa, se debió pensar con mucha precisión.
¿Por qué el Crimea es el puente más largo de Europa?
El Crimea es el puente más largo de Europa porque su tramo carretero, que se inauguró hace casi siete años, tiene una longitud de 16,9 kilómetros. Pero, curiosamente, el ferroviario es más largo.
Junto a la calzada, la estructura también sostiene las vías de un puente para trenes, que se inauguró el 23 de diciembre de 2019 y que tiene un total de 18,1 kilómetros de extensión. Como era de esperar, un récord para el continente.
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¿Cuál es la historia del puente más largo de Europa?
En registros antiguos se comprobó que la primera idea de construir un puente sobre el estrecho de Kerch, se remonta a la década de 1910. Luego, el tema volvió a cobrar relevancia durante la Segunda Guerra Mundial.
Mientras transcurría el conflicto bélico, y en tiempo récord, se construyó un puente ferroviario de 4,5 kilómetros de longitud. Y, aunque contó con toda la tecnología de la época, resistió muy poco tiempo.
Como consecuencia del arrastre de hielo que se produce sobre este caudal de agua, la estructura colapsó seis meses después de su estreno.
Finalmente, en mayo de 2015 inició la construcción del actual Puente de Crimea, que concluyó con éxito, después de gastar 3.3 millones de euros en la obra.
¿Cómo se mantiene en pie esta enorme estructura?
El puente más largo de Europa, que tiene 80 metros de altura máxima y recibe más de 35.000 vehículos cada día (el récord es de 36.393 y se logró el 15 de agosto de 2020), está muy reforzado en su base.
Debido a las características del fondo del estrecho de Kerch y la gran cantidad de sismos que se producen cada año en la zona, la estructura cuenta con más de 7.000 pilotes que, en algunos casos, se extienden hasta 90 metros bajo la superficie del agua.
