El Faro de Santa Catalina se encuentra en la localidad costera de Lequeitio, en la provincia de Vizcaya, España. Inaugurado en 1862, fue el primero en construirse en esta villa marinera y rápidamente se convirtió en un símbolo de protección para los barcos que atravesaban las aguas del mar Cantábrico.
Durante siglos, Lequeitio fue un importante puerto pesquero y comercial. Sus aguas, ricas en recursos pero también peligrosas por los temporales, exigían una señal luminosa que guiara a las embarcaciones hacia un arribo seguro. Así nació este faro, cuya construcción se planificó en la década de 1850 y que desde entonces ha permanecido en actividad.
Características y dimensiones del Faro de Santa Catalina

Aunque no es uno de los faros más altos de España, su ubicación sobre los acantilados lo convierte en un punto estratégico.
- Altura de la torre: 14 metros.
- Elevación sobre el mar: 96 metros.
- Alcance de la luz: 20 millas náuticas.
- Año de inauguración: 1862.
Gracias a estas dimensiones y a su emplazamiento, el Faro de Santa Catalina logró durante décadas orientar a marineros en medio de la oscuridad y las tormentas, evitando incontables accidentes en la costa vasca.
Faro de Santa Catalina: ¿se puede visitar?
Actualmente, el Faro de Santa Catalina de Lequeitio ya no cumple una función estrictamente marítima, pero se ha transformado en un atractivo turístico y cultural. El edificio alberga un centro de interpretación de la tecnología de la navegación. Allí, los visitantes pueden conocer cómo era la vida de los fareros, descubrir las herramientas que usaban y hasta realizar una experiencia inmersiva que simula la navegación en mar abierto.
Además, el entorno natural que rodea al faro lo convierte en un sitio ideal para disfrutar de vistas panorámicas del mar Cantábrico y de la costa vasca. Su ubicación lo hace perfecto para recorrer en excursiones guiadas o simplemente como paseo en un viaje por el norte de España.
El legado de un símbolo del País Vasco

El Faro de Santa Catalina no solo es un referente turístico, sino también un emblema de la historia marítima del País Vasco. Representa el vínculo de la región con el mar y la importancia que tuvo la navegación en el desarrollo económico y cultural de Lequeitio.
Hoy, visitar este faro es una manera de viajar en el tiempo y conectar con la tradición marinera de una de las costas más bellas de España.

