En el sureste de México, específicamente en el estado de Veracruz, se levanta una estructura que es orgullo de la ingeniería civil mexicana. El Puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime, también conocido popularmente como "Puente Coatzacoalcos II", es un coloso que atraviesa el caudaloso río Coatzacoalcos. Su construcción no fue capricho, sino una necesidad vital para agilizar el transporte en el Istmo de Tehuantepec, la zona más estrecha de México que conecta el Océano Atlántico con el Pacífico.
Inaugurado oficialmente el 17 de octubre de 1984, este puente fue nombrado en honor a Antonio Dovalí Jaime, un ilustre ingeniero mexicano que dedicó su vida a la construcción de infraestructuras clave para su país. Desde el momento de su apertura, la obra se convirtió en un hito, ya que permitía que miles de vehículos evitaran el congestionado centro de la ciudad de Coatzacoalcos, funcionando como un corredor industrial de primer nivel.
Dimensiones y utilidad del Puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime
Lo que realmente impresiona de esta estructura son sus números. El Puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime posee una longitud total de 1.170 metros, superando con creces el kilómetro de extensión. Se trata de un puente de tipo atirantado, lo que significa que su tablero está sostenido por enormes cables de acero que nacen de dos torres principales, dándole un aspecto moderno y majestuoso que se recorta contra el horizonte veracruzano.
Su utilidad es fundamental para la economía de la región. Al conectar las localidades de Minatitlán e Ixhuatlán del Sureste, el puente facilita el paso de camiones de carga que transportan petróleo, químicos y mercancías generales. Esta vía es un eslabón esencial de la carretera federal que une el centro del país con la Península de Yucatán.
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Datos clave sobre la estructura
- Inauguración: 17 de octubre de 1984.
- Longitud total: 1.170 metros.
- Tipo de estructura: puente atirantado de concreto pretensado.
- Vano principal: el espacio entre sus torres centrales es de 288 metros, permitiendo el paso de embarcaciones de gran tamaño por debajo.
Puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime: curiosidades de un coloso de acero y concreto
Una de las mayores curiosidades del Puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime es que fue el primer puente atirantado de su tipo en construirse en México. En su momento, representó un desafío técnico enorme debido a la inestabilidad del suelo pantanoso y la fuerza de las corrientes del río. Para asegurar su estabilidad, se instalaron cimientos profundos que llegan a decenas de metros bajo el lecho del río.
Además, su diseño no solo es funcional, sino también estético. Las dos torres principales, con forma de "A" invertida, se elevan a más de 100 metros de altura, ofreciendo una vista panorámica inigualable de la selva tropical. Para los ingenieros de la época, ver finalizada esta obra fue la confirmación de que México contaba con la capacidad técnica para realizar proyectos de escala mundial.
Cruzar este puente es sentir la fuerza de la ingeniería nacional mexicana. Es un recordatorio de que, con ingenio y esfuerzo, el ser humano puede superar cualquier obstáculo natural para unir comunidades. Hoy, a más de cuatro décadas de su estreno, el gigante de Veracruz sigue firme, permitiendo que el corazón comercial de México siga latiendo con fuerza.