A orillas del majestuoso río Duero, en el norte de Portugal, se extiende una de las rutas ferroviarias más hermosas de Europa: la Línea del Duero. Este recorrido, poco conocido por el turismo internacional, atraviesa paisajes de ensueño entre viñedos, montañas, túneles y pueblos históricos que parecen detenidos en el tiempo.
Con más de un siglo de historia, este tren no solo transporta pasajeros: también conecta la esencia cultural del país con su entorno natural y vinícola.
La historia de la Línea del Duero, uno de los grandes orgullos de Portugal
La Línea del Duero comenzó a construirse en el siglo XIX, cuando el ferrocarril se convertía en símbolo de progreso en toda Europa. Su primer tramo fue inaugurado en 1875, uniendo Oporto con el municipio de Penafiel. Años más tarde, la línea se extendió hacia el este hasta alcanzar la frontera con España, completando un recorrido de 203 kilómetros.
Durante décadas, este tren fue clave para el transporte de mercancías, especialmente vino, uno de los productos más emblemáticos del valle del Duero. Aunque algunos tramos cerraron en el siglo XX, la línea principal —que conecta Oporto con Pocinho— sigue activa y se convirtió en una de las experiencias ferroviarias más pintorescas del continente.
Los paisajes que acompañan a la Línea del Duero
Uno de los mayores encantos de la Línea del Duero es el entorno que la rodea. A lo largo del recorrido, el tren serpentea junto al río, ofreciendo vistas panorámicas de viñedos en terrazas, antiguas quintas (casas rurales vinícolas) y pequeños pueblos que conservan la arquitectura tradicional portuguesa.
Entre las paradas más destacadas se encuentran Peso da Régua, Pinhão y Tua, tres destinos clave para quienes desean conocer la región vitivinícola declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Además, los puentes y túneles construidos entre montañas son verdaderas obras de ingeniería que realzan el encanto del viaje.
¿Cómo visitar y disfrutar la Línea del Duero?
Hoy en día, la Línea del Duero ofrece distintas opciones para los visitantes. Es posible realizar el recorrido completo en tren regional desde Oporto hasta Pocinho, que dura alrededor de cuatro horas y permite apreciar todo el valle del Duero en su máxima expresión.
También existen servicios turísticos especiales, como el “Comboio Histórico do Douro”, un tren de época que funciona durante los meses de verano y ofrece una experiencia única con locomotoras a vapor y vagones restaurados.
Estos viajes suelen incluir música tradicional a bordo, degustaciones de vino y paradas estratégicas para disfrutar del paisaje.
Curiosidades y datos destacados de la Línea del Duero
- Inauguración: 1875.
- Longitud total: 203 kilómetros.
- Zona: recorre el valle del Duero, una región vitivinícola reconocida por sus vinos de Oporto.
- Atractivo principal: vistas del río, viñedos en terrazas y pueblos tradicionales.
- Servicio turístico: el Comboio Histórico do Douro, con locomotora a vapor y vagones de los años 40.
Un viaje que combina historia, cultura y naturaleza
La Línea del Duero es mucho más que un recorrido en tren: es una experiencia sensorial que transporta al viajero por el corazón de la historia portuguesa. Entre montañas, viñedos y ríos, este trayecto invita a descubrir una región que mantiene intacto su espíritu rural y su conexión con el paisaje.
Para quienes buscan una aventura diferente en Europa, este viaje ofrece una de las postales más encantadoras y menos conocidas del continente.
