En Filipinas, la Navidad no solo se escucha y se ve, también se saborea. Entre la enorme variedad de platos que componen sus celebraciones de cinco meses, hay uno que destaca por encima de todos por su apariencia única y su método de preparación ancestral. Se trata del Puto bumbong, un dulce navideño de arroz que se vende tradicionalmente en los puestos callejeros situados en las afueras de las iglesias, especialmente durante las nueve misas del "Simbang Gabi" que preceden a la Nochebuena.
Aunque su nombre pueda resultar llamativo o incluso generar una sonrisa en los países de habla hispana, en el idioma tagalo tiene un significado puramente descriptivo y respetuoso. La palabra Puto se refiere a una categoría de pasteles de arroz cocidos al vapor, mientras que bumbong hace alusión a los tubos de bambú donde se cocina. Por lo tanto, el Puto bumbong es, literalmente, un "pastel de arroz al vapor hecho en bambú". Lejos de cualquier polémica, para un filipino este nombre es sinónimo de hogar, familia y espíritu navideño.
¿Cómo se prepara y a qué sabe el Puto bumbong?
La magia de este dulce comienza con sus ingredientes. A diferencia de otros postres, el Puto bumbong se elabora con una mezcla especial de arroz glutinoso llamada pirurutong, que tiene un color púrpura oscuro natural. Muchas personas creen que se utilizan colorantes artificiales debido a la intensidad del violeta, pero el secreto está en la variedad del grano. Este arroz se remoja en agua salada durante toda la noche, se muele y luego se introduce en pequeños tubos de bambú que se colocan sobre una vaporera especial.
Cuando el vapor atraviesa el bambú, el arroz se cocina rápidamente, adquiriendo una textura elástica y chiclosa muy agradable. Al retirarlo, se sirve caliente sobre una hoja de banana, que le aporta un aroma sutil y natural. El toque final lo dan los acompañamientos: se unta con manteca o margarina, se espolvorea con azúcar moscabado y se cubre generosamente con ralladura de coco fresco.
Características principales de este dulce navideño
- Ingredientes estrella: arroz pirurutong (púrpura), coco rallado y azúcar moscabado.
- Método de cocción: al vapor dentro de cilindros de bambú (bumbong).
- Presentación tradicional: siempre se sirve en raciones de dos o tres bastoncitos sobre hojas de banana.
Tradición y curiosidades de este dulce navideño de Filipinas
Este postre es mucho más que una comida; es un rito de pasaje. El Puto bumbong es el premio que reciben los fieles después de despertarse a las 4 de la mañana para asistir a misa. Su sabor es un equilibrio perfecto: no es excesivamente dulce, lo que permite apreciar la cremosidad del coco y la riqueza del arroz glutinoso.
Una de las mayores curiosidades es que, debido a la globalización y la gran cantidad de filipinos que viven en el extranjero, este plato ha llegado a ciudades como Nueva York o Londres. Sin embargo, los expertos aseguran que nada supera al sabor del que se cocina en las calles de Manila con bambú auténtico. Además, aunque es el rey de la Navidad, hoy en día algunos restaurantes modernos lo sirven durante todo el año, a veces acompañado de queso o huevo salado para darle un toque diferente.
Probar el Puto bumbong es sumergirse en una historia de siglos de antigüedad donde la influencia española y las tradiciones locales se fundieron para crear algo totalmente nuevo. Es un recordatorio de que la gastronomía es una de las formas más hermosas de conocer la cultura de un país. En cada bocado de este pastel violeta, se siente la calidez de un pueblo que celebra la vida y la fe con alegría y mucho color.
