Desde hace más de 700 años, un objeto particular tiene protagonismo en todas las coronaciones de reyes ingleses: se trata de la Piedra de Scone. La reliquia, que tiene más de un milenio de historia, en realidad se utilizaba para coronar a los reyes escoceses.
En la Edad Media, las coronaciones en Escocia se hacían con la piedra de por medio. Pero a fines del siglo XIII fue robada por Inglaterra hasta que en la década de 1990, luego de siete siglos de posesión inglesa, la corona la devolvió a Escocia. ¿La condición? Que, ante una nueva coronación inglesa, la Piedra de Scone viajara a Londres para la ceremonia.
¿Cuándo fue la última vez que se utilizó? ¿Por qué se volvió tan importante? ¿Por qué hay tantas versiones sobre su origen?
¿Cuál es la leyenda detrás de la Piedra de Scone?
Aunque hay múltiples versiones sobre el origen de la Piedra de Scone, una es la más extendida. Es aquella que sitúa a la piedra en la actual región de Palestina hace más de 3.000 años, donde al parecer la utilizó como almohada el personaje bíblico Jacob.
Según esta versión, se trasladó por los siguientes países antes de que los escoceses se apoderaran de ella:
- Egipto.
- Italia.
- España.
- Irlanda.
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Sin embargo, un dato fundamental es el argumento perfecto para quienes se oponen a esta historia: el material de la piedra. Como es de arenisca, no pudo formarse en Palestina, donde domina la piedra caliza desde hace milenios.
Otra versión, que también tiene como argumento central al tipo de roca, es que podría tratarse del mismo tipo de piedra que hay en la localidad escocesa de Scone, de donde toma el nombre.
La historia de dos robos
Sin duda, sea cual sea el origen de la piedra, lo cierto es que por su valor histórico, religioso y cultural es uno de los objetos más importantes para Escocia. Su ausencia durante más de 700 años fue motivo de disputa con Inglaterra, como podría imaginarse.
En 1296, cuando el rey Eduardo I conquistó Escocia, la Piedra de Scone fue trasladada a la Abadía de Westminster. A partir del siglo XIV se volvió parte del ritual de coronación de los reyes ingleses, y la última en coronarse con la piedra en territorio inglés fue la reina Isabel II, en 1953.
Para 1996, exactamente 700 años después del robo, la piedra fue devuelta a Escocia con la condición de que, ante nuevas coronaciones inglesas, viajara momentáneamente a Londres. Cuando Carlos III, actual rey de Inglaterra, asumió el mando, fue la primera vez que la Piedra de Scone viajó desde territorio escocés.
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Algo importante a tener en cuenta es que la Piedra de Scone no es ninguna broma: pesa aproximadamente 152 kilogramos, por lo que trasladarla no es tarea sencilla. De hecho, cuando un grupo de cuatro estudiantes escoceses la robó a mediados de 1950, se cuenta que tuvieron que abandonarla a mitad de camino debido al peso.
En la actualidad, y desde que fue devuelta, la reliquia descansa en el Castillo de Edimburgo, de donde se robó siglos atrás. Puede contemplarse allí, en la Sala de la Corona, o en el Palacio de Scone, en la ciudad homónima, donde se encuentra una réplica de la original.
¿Dónde se coloca la Piedra de Scone durante la ceremonia?
Al momento de la coronación, la reliquia de piedra se coloca en la silla del rey Eduardo I, siempre debajo del asiento. Además, debe estar presente durante toda la ceremonia.
Su presencia está asociada a su carácter histórico y cultural, siendo una tradición de siglos que sostienen tanto la corona inglesa, como la escocesa en su momento.