Un partido de la liga estadounidense de béisbol en el que se enfrentaban los Yankees y los Dodgers causó furor los últimos días por haber sido la sede de un suceso poco común en este tipo de eventos: la interferencia de un fan.
El aficionado de los Yankees intentó quitarle la pelota de las manos enguantadas de Mookie Betts, jugador de los Dodgers, después de un out.
Interferencia de fan: ¿qué dice el reglamento?
La MLB -cuyas siglas significan "Major League Baseball" o "béisbol de grandes ligas" en español"- es la máxima categoría del béisbol profesional en Estados Unidos y Canadá. Como todo deporte jugado a nivel profesional, la MLB tiene reglas establecidas para determinar qué puede suceder en un partido y qué no.
El reglamento de la MLB, concretamente la regla 6.01, no da muchas vueltas cuando se trata de la interferencia de los fans. Es claro a la hora de establecer un protocolo a seguir cuando los hinchas cruzan la línea y se entrometen con el desarrollo normal del partido.
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Según este, cuando hay interferencia de un espectador con cualquier pelota lanzada o bateada, la bola debe ser declarada muerta en el preciso momento de la interrupción, y la jugada termina. Una vez finalizada la interferencia, el árbitro impone las penalidades que vea necesarias al responsable de la interrupción y anula la jugada por completo.
Se trata de un tema controversial, ya que este tipo de interferencias inesperadas tienden a ir en detrimento de los equipos y el juego en general.
¿Qué pasó en el partido Yankees Vs. Dodgers?
En el cuarto partido de la Serie Mundial, los fans del béisbol vivieron un momento tan inolvidable como anti-protocolar entre un jugador de los Dodgers, Mookie Betts, y un hincha de los Yankees ubicado en la primera fila del estadio.
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En la parte baja de la primera entrada, el jugador Gleyber Torres envió una pelota hacia la zona de foul. Betts, un reconocido y poderoso defensor, corrió más allá del fin de la cancha, hasta la pared que la circunda, listo para agarrarla.
Pero justo cuando saltaba para tomar la pelota, un hincha se acercó, agarró el guante de Betts y se la arrebató forzosamente, interfiriendo de forma absoluta en el partido.
La decisión del árbitro fue rápida y, sin dudas, tremenda. No solo solicitó que el personal de seguridad se llevara al aficionado fuera del estadio, sino que ordenó la expulsión de Torres, el jugador Yankee que había lanzado la pelota. La historia de una interferencia que terminó siendo más perjudicial que beneficiosa.