La Torre Blanca es una de las edificaciones más emblemáticas de Londres y del Reino Unido. Forma parte del famoso complejo de la Torre de Londres y es su estructura más antigua. Su construcción comenzó alrededor del año 1078, por orden de Guillermo el Conquistador, el primer rey normando de Inglaterra, con el objetivo de imponer respeto a los habitantes de la ciudad y protegerse de posibles invasiones.
Terminada hacia el año 1080, esta edificación se diseñó como una fortaleza militar, pero también funcionó como residencia real, prisión, arsenal e incluso observatorio astronómico. Durante siglos, la Torre Blanca fue escenario de eventos históricos clave y se convirtió en un símbolo de poder real.
El nombre “Torre Blanca” proviene de la pintura blanca con la que se recubrió en el siglo XIII, durante el reinado de Enrique III, para embellecer su fachada y destacar su importancia.
Las características más destacadas de la Torre Blanca

Con una estructura imponente y una arquitectura típicamente normanda, la Torre Blanca mide 36 metros de largo, 32 metros de ancho y su torre más alta alcanza los 27 metros de altura. Construida con piedra traída desde Normandía, Francia, y con muros de hasta 4,5 metros de espesor, esta fortaleza se pensó para resistir ataques y proteger a la nobleza inglesa.
Hoy, la Torre Blanca es uno de los principales atractivos turísticos de Londres. Se encuentra abierta al público como parte de la visita al complejo de la Torre de Londres y alberga la colección de armas y armaduras del Museo Real. Además, se pueden recorrer sus salones, mazmorras y escaleras originales, lo que permite a los visitantes adentrarse en más de 900 años de historia.
Tres datos fascinantes sobre la Torre Blanca:
- Fue construida por orden de Guillermo el Conquistador en el año 1078.
- Sirvió como prisión de personajes históricos como Ana Bolena y Tomás Moro.
- En su interior se exhiben piezas de la Armería Real Británica.
Ícono cultural y turístico

La Torre Blanca no solo es un edificio histórico, sino también un símbolo de la ciudad de Londres. Junto con el resto del complejo de la Torre de Londres, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
Miles de turistas de todo el mundo la visitan cada año para conocer sus historias de reyes, reinas, espías y prisioneros, además de contemplar su imponente arquitectura medieval.
Actualmente, forma parte de un circuito educativo y cultural que permite conocer la historia de Inglaterra desde la Edad Media hasta la actualidad. Y, aunque fue construida con fines defensivos, hoy se conserva como una obra de arte en piedra, cargada de secretos y leyendas.

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