Para los amantes de la adrenalina, un viaje a toda velocidad sobre el tobogán acuático más alto del mundo es una experiencia muy especial. El título le corresponde al Verrückt de Estados Unidos. Pero hay una mala noticia: cerró en 2016.
Esta atracción turística, era la más famosa de un parque acuático de Kansas City. Se inauguró con mucha expectativa y, a pesar de tener muchos fallos, permaneció abierta durante poco más de dos años.
El fin de Verrückt llegó el 7 de agosto de 2016, cuando un niño falleció durante la caída. Poco tiempo después, comenzó su demolición. Es decir, el tobogán acuático más alto del mundo ya no existe.
¿Qué velocidad se podía alcanzar en las balsas del tobogán acuático más alto del mundo?
Aunque ya no está en pie, Verrückt todavía conserva el Récord Guinness al tobogán acuático más alto del mundo porque, durante su corta estadía en Kansas City, sorprendió con sus 51,38 metros de alto.
Como se aprecia en imágenes, el juego tenía una primera caída, en un ángulo de aproximadamente 60 grados, luego experimentaba un ascenso y, finalmente, un segundo y último descenso.
Toda la travesía se realizaba en balsas de tres pasajeros, que podían alcanzar una velocidad máxima de 110 kilómetros por hora durante algunos segundos. Es por eso que, según los visitantes del parque acuático, Verrückt era una experiencia única.
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Cabe destacar que esta no era una opinión aislada, ya que al poco tiempo de su inauguración, que ocurrió el 10 de julio de 2014, este juego recibió el título a la “Mejor Atracción Acuática Nueva del Mundo " en los Premios Golden Ticket.
¿Por qué falló esta atracción extrema en 2016?
A pesar de los elogios que recibió el tobogán acuático más alto del mundo, durante sus dos años en actividad también tuvo muchas críticas. Entre los reclamos más escuchados, muchos opinaban que era inseguro porque:
- Durante saltos de prueba, donde las balsas viajaban con sacos de arena de 50 kilogramos, se registró una pérdida total del control del gomón.
- Muchas personas sufrieron lastimaduras y golpes fuertes, con consecuencias posteriores, durante la travesía sobre Verrückt.
- Los asientos de las balsas no tenían la protección necesaria que debería tener un juego tan extremo como el tobogán acuático más alto del mundo.
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En este contexto, la atracción continuó abierta, hasta el hecho fatal ya mencionado, que ocurrió el 7 de agosto de 2016. Entre las teorías principales, hay quienes sostienen que la balsa donde se desplazó el niño era mucho más liviana de lo permitido.
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