La Isla Wake no es una isla común. En realidad, se trata de un atolón coralino compuesto por tres islotes (Wake, Wilkes y Peale) que rodean una laguna central de aguas turquesas. Está ubicada en una posición extremadamente remota: se encuentra a unos 3.700 kilómetros al oeste de Hawái y a 2.400 kilómetros al este de Guam. Su aislamiento es tal que, durante siglos, fue un secreto guardado por el océano, visitado únicamente por aves y, ocasionalmente, por navegantes polinesios.
Aunque fue avistada por españoles en el siglo XVI, el nombre de la Isla Wake proviene del capitán británico William Wake, quien la visitó en 1796. Sin embargo, su destino cambió para siempre en 1899, cuando Estados Unidos la anexó formalmente para utilizarla como una estación de cable telegráfico. Debido a que no tiene una población nativa original y se encuentra bajo la administración de la Fuerza Aérea estadounidense, es considerada un "territorio no incorporado".
Historia y batallas en la Isla Wake
El valor de este atolón quedó demostrado durante la Segunda Guerra Mundial. En diciembre de 1941, apenas unas horas después del ataque a Pearl Harbor, la Isla Wake fue atacada por las fuerzas japonesas. La resistencia de los soldados y trabajadores civiles estadounidenses en la isla se convirtió en una leyenda de valentía, aunque finalmente fue ocupada por Japón hasta el final del conflicto en 1945.
Tras la guerra, la isla recuperó su importancia como escala para vuelos transoceánicos y como base militar. Hoy en día, su acceso es sumamente restringido. No hay turistas descansando en sus playas ni hoteles de lujo; la población es pequeña y fluctuante, compuesta por personal militar y contratistas que mantienen la pista de aterrizaje y las instalaciones de comunicación. Según registros históricos, la isla es también un Monumento Nacional de las Islas Menores Lejanas de los Estados Unidos.
Datos fascinantes sobre este remoto territorio
- Superficie terrestre: 13,8 kilómetros cuadrados, lo que la hace una de las posesiones más pequeñas del mundo.
- Población actual: varía entre 100 y 150 personas, todos trabajadores temporales o militares.
- Clima: es de tipo tropical, pero el atolón es vulnerable a los tifones que azotan periódicamente el Pacífico central.
- Fecha clave: 23 de diciembre de 1941, día en que las fuerzas japonesas tomaron el control del atolón tras una feroz batalla.
Curiosidades de la Isla Wake: un santuario natural
A pesar de su pasado bélico, la Isla Wake es un santuario para la biodiversidad. Al estar tan lejos de la actividad humana masiva, sus arrecifes de coral están increíblemente conservados. Una de las mayores curiosidades es que la isla es el hogar de una especie de ave llamada el rascón de Wake, que lamentablemente se extinguió durante la guerra debido a la falta de alimento de los soldados atrapados en el atolón.
Visitar este lugar es casi imposible para el ciudadano común. Solo se puede acceder a través de vuelos militares o por mar en casos muy especiales de investigación científica. Sin embargo, quienes logran llegar se encuentran con paisajes que parecen sacados de un sueño, donde la naturaleza ha reclamado los restos de antiguos búnkeres y aviones oxidados, creando un contraste único entre la belleza natural y la historia de los hombres.
La Isla Wake nos recuerda que, incluso en los lugares más pequeños y lejanos, se pueden esconder grandes historias de heroísmo y supervivencia. Es un punto de unión entre la geografía más pura y los eventos que cambiaron el curso del siglo XX, permaneciendo firme como una centinela solitaria en el azul infinito del Pacífico.