Tihar es un festival de cinco días, conocido también como Festival de las Luces, que se celebra todos los años durante el otoño en Nepal. Cada día se venera a un ser distinto y durante el segundo día los protagonistas son los perros. Durante el Kukur Tihar, los nepalíes vuelcan todo su cariño hacia los perros: los pintan, los rodean de flores y guirnaldas y les ofrecen comida deliciosa.
Esta celebración es una tradición hindú. Para ellos, los perros transmiten el mensaje de Lord Yamarai, el dios de la muerte del hinduismo, que cuida a la gente desde el más allá. Las pintadas rojas en las frentes de los perros (que están hechas de arroz, yogurt y colorante) significan que el animal es objeto de devoción y representa una bendición para toda persona que se lo cruce en su camino.
El origen de esta festividad se remonta a una creencia milenaria: cuando al morir el príncipe Yudhisthira y subir al cielo con su perro, Indra, dios de los cielos, le impide entrar con el animal. El príncipe se negó a abandonarlo y decidió quedarse con su fiel compañero en lugar de entrar al paraíso. Finalmente, Yudhisthira pudo convencer a Indra de entrar con su perro, que incluso fue convertido en dios.