El Castillo de Atarés es una joya arquitectónica de la época colonial. Su construcción comenzó en 1763 y finalizó en 1767, en el punto más alto de la colina del mismo nombre, al suroeste de la bahía de La Habana, Cuba. Esta obra la impulsó el ingeniero militar Agustín Crame, bajo las órdenes del gobernador Francisco Cagigal de la Vega, con un objetivo claro: reforzar las defensas de la ciudad luego de la invasión británica de 1762.
A diferencia de otras fortalezas habaneras, como el Castillo del Morro o la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, el Castillo de Atarés se caracteriza por su planta hexagonal y sus muros bajos y gruesos, diseñados para resistir la artillería moderna de la época. Su estructura, hecha de piedra sólida, combina elegancia y funcionalidad militar, una muestra del ingenio defensivo del siglo XVIII.
¿Cómo es el Castillo de Atarés por dentro?

El castillo ocupa una superficie de unos 6.000 metros cuadrados y cuenta con seis baluartes, un foso seco, un puente levadizo y una explanada interior donde se levantaban los cuarteles, almacenes y zonas de artillería. En su interior todavía pueden verse restos de las antiguas bóvedas, cañones y espacios que fueron destinados a los soldados encargados de vigilar la ciudad.
Una de las curiosidades más llamativas del Castillo de Atarés es que nunca llegó a entrar en combate. Aunque se planeó como parte del sistema defensivo de La Habana, su papel fue más disuasorio que activo. Con el paso del tiempo, perdió importancia militar y comenzó a usarse con otros fines: primero como almacén y luego como punto estratégico para observaciones científicas y topográficas.
Castillo de Atarés: de fortaleza colonial a patrimonio cultural

Con los siglos, el Castillo de Atarés se convirtió en un símbolo de la historia habanera. Su ubicación estratégica permite disfrutar una de las vistas más amplias de la ciudad y del puerto, lo que lo transformó también en un atractivo turístico. Actualmente, forma parte del conjunto de fortificaciones coloniales que integran el Sistema de Fortalezas de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982.
El edificio fue restaurado en distintas etapas para preservar su estructura y mantener viva su historia. Hoy se lo puede visitar y recorrer en compañía de guías locales que explican su relevancia dentro del sistema defensivo del Caribe español.
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Datos curiosos sobre el Castillo de Atarés
- Periodo de construcción: 1763-1767.
- Material principal: piedra caliza extraída de la región habanera.
- Ubicación: colina de Atarés, al suroeste de la bahía de La Habana, Cuba.
- Estilo: fortificación de planta hexagonal, con seis baluartes.
- Patrimonio: parte del conjunto histórico de fortificaciones declaradas por la UNESCO.
Una joya que aún domina el paisaje

Aunque no recibe tanto reconocimiento como otras fortalezas de Cuba, el Castillo de Atarés sigue siendo una pieza clave para entender el desarrollo urbano y militar de La Habana colonial. Desde su colina, vigila silenciosamente la ciudad que ayudó a proteger hace más de 250 años, recordando a todos los visitantes que la historia también se conserva en piedra.
