De todos los edificios que hay que conocer en un viaje por Barcelona, España, uno de los más icónicos es el Mercat de Sant Antoni: uno de los mercados más grandes y relevantes de la ciudad, que está en pie desde 1882.
Al ingresar al recinto es posible encontrar un local determinado, comprar y finalizar el recorrido sin mucho más. Es decir, el edificio funciona como un mercado tradicional, donde vecinos de la zona se acercan a comprar sus provisiones.
Pero, por la historia del lugar, su tamaño, arquitectura y diseño, entre muchos otros atractivos, el Mercat de Sant Antoni recibe a diario turistas de todo el mundo, que no llegan con intenciones directas de comprar en sus locales, sino con el objetivo de explorar cada rincón posible.
¿Cuándo comenzó la construcción del Mercat de Sant Antoni de Barcelona?

El Mercat de Sant Antoni de Barcelona no solo es famoso por su historia, sino que también sorprende al mundo con su terreno. Es decir, se construyó, en el cierre del siglo XIX, en el lugar donde estaba una de las entradas a la vieja ciudad amurallada. La “Baluard de Sant Antoni”.
En la época mencionada, y luego de la destrucción de las murallas y la posterior expansión de la ciudad española, que se concretó en 1854 por Real Orden, las autoridades locales notaron la necesidad de crear un gran mercado para abastecer a los vecinos del lugar.
Entre las normas a tener en cuenta, se mencionó que debía ser un recinto protegido del sol pero, a su vez, no debía estar completamente cerrado. Además, debía ser espacioso, luminoso, ventilado y cómodo, para que el intercambio de mercaderías ocurra de la forma más cómoda posible.
Así, en 1872 comenzó la construcción, bajo la supervisión del arquitecto español Antoni Rovira i Trías, de un edificio de las características mencionadas, que se inauguró una década más tarde con el nombre de Mercat de Sant Antoni.
¿Qué restauraciones recibió con el paso del tiempo?

Los cuatro cuerpos longitudinales, con cubiertas a dos aguas, que se sostienen gracias a la fuerza de las estructuras de hierro que abundan en el Mercat de Sant Antoni; no exigieron un gran trabajo de mantenimiento a lo largo de su historia.
La primera gran refacción del establecimiento ocurrió más de un siglo después de su apertura, en 1986. Hace cuatro décadas, el sitio recibió un gran trabajo de reformas estructurales.
Cuatro años después, sus fachadas se restauraron a nuevo. Y, finalmente, entre 2009 y 2018, el Mercat de Sant Antoni recibió un íntegro trabajo de remodelación, mediante el cual recuperó su esencia. Es por eso que, a pesar de sus 143 años, su antigüedad pasa desapercibida.
¿Cómo se puede visitar el Mercat de Sant Antoni de Barcelona?

Luego de llegar a Barcelona y recorrer las avenidas que comunican la ciudad con el Mercat de Sant Antoni, es posible acceder al recinto, catalogado como Bien Cultural de Interés Local por el ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad de Cataluña, a través de sus ocho puntos de ingreso.
Una vez en el lugar, además de apreciar su llamativa arquitectura, también podrán visitar las tres áreas de comercio que se reúnen bajo este enorme techo:
- Frescos - Allí se comercializa todo tipo de alimentos.
- Ropa - Un área destinada a la indumentaria.
- Dominical - Un espacio centrado en libros.
Y, para cerrar un paseo de ensueño, los viajeros también podrán contemplar una serie de hallazgos arqueológicos romanos, que se descubrieron allí durante la última restauración y que ahora se conservan en exposición. ¡Imperdible!

