El 26 de julio de 1822, en la ciudad de Guayaquil —entonces parte del Virreinato del Perú y hoy parte de Ecuador— se encontraron dos figuras centrales de la independencia sudamericana: José de San Martín y Simón Bolívar. El encuentro pasaría a la historia como "Entrevista de Guayaquil".
Durante dos días mantuvieron reuniones privadas, que resultaron claves para definir el futuro de los territorios aún bajo dominio español. A pesar de que no quedó ningún documento oficial que registrara lo que se habló en esas jornadas, se deduce por lo que sucedió después.
¿Por qué se realizó la Entrevista de Guayaquil?
A mediados de 1822 el panorama político y militar en América del Sur era complejo. Bolívar había liderado campañas en el norte del continente, mientras que San Martín había logrado liberar a lo que hoy son Argentina, Chile y Perú del dominio español.
Sin embargo, el Virreinato del Perú aún no estaba completamente libre. Por ese motivo, San Martín viajó desde Lima hasta Guayaquil con el objetivo de dialogar con Bolívar sobre la estrategia a seguir para concluir la campaña libertadora.
La famosa tuvo lugar entre los días 26 y 27 de julio de dicho año. Se cree que el encuentro tiene una parte misteriosa y oculta, pero principalmente se discutieron dos temas:
- Cuál era el camino político ideal de cada pueblo liberado.
- Quién conduciría el nuevo ejército libertador una vez que se unieran ambos ejércitos.
La Entrevista de Guayaquil: lo que se sabe
No existe una versión oficial del contenido de la Entrevista de Guayaquil, pero sí hay varios testimonios posteriores y documentos cruzados que permiten reconstruir parte de lo ocurrido. San Martín no dejó ninguna descripción detallada, mientras que Bolívar tampoco registró actas formales de lo tratado. Aun así, los historiadores coinciden en que, en ese intercambio, San Martín:
- Propuso una alianza militar y política entre ambos ejércitos para culminar la independencia de Perú.
- Aceptó la autoridad de Bolívar sobre el proceso de liberación en la región norte del continente.
- Decidió retirarse de la lucha activa y dejar la conducción final en manos del líder venezolano.
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Esta última decisión no fue producto de una derrota política, sino de una elección estratégica, basada en la certeza de que su presencia podría entorpecer la unidad del proyecto emancipador.
¿Qué ocurrió luego del encuentro con San Martín y Bolívar?
El trasfondo de esta cuestión militar tenía mucho que ver con la enemistad manifiesta de las autoridades porteñas que habían abandonado a su suerte al Libertador y su ejército.
Bernardino Rivadavia, que pisaba fuerte en Buenos Aires y era un viejo enemigo de San Martín, había dado por terminada la lucha contra los españoles. ¿El motivo? Quería destruir a San Martín, y lo logró abandonándolo y quitándole toda capacidad de negociación y todo apoyo militar para terminar su gloriosa campaña.
El general tuvo que tomar entonces la drástica decisión de retirarse de todos sus cargos: poco tiempo después del encuentro, regresó a Lima, renunció a su cargo y se fue a Chile, donde permaneció hasta 1823.
Ese año se trasladó a Mendoza y desde allí pidió autorización para entrar en Buenos Aires y ver a su esposa que estaba gravemente enferma. Rivadavia se lo negó con el argumento de que no sería seguro el ingreso, pero era otra la historia. Bolívar, en cambio, finalmente logró vencer a los últimos reductos españoles en las batallas de Junín y Ayacucho, en 1824.
Desde entonces, la Entrevista de Guayaquil ha sido interpretada de muchas formas: como un gesto de grandeza por parte de San Martín, como una muestra de tensiones políticas entre dos proyectos diferentes, o como una combinación de ambas. En todo caso, fue un momento importante en la historia latinoamericana.
