Tiene más de 300 metros de longitud, está próximo a un cruce vehicular aún más antiguo y es una vía fundamental para unir dos capitales provinciales.
Uno de los paisajes más famosos que representan a la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia argentina homónima, es el Puente Gobernador Oroño, también conocido como Viaducto Oroño, que tiene 53 años de historia.
Aunque la construcción es menos llamativa y tiene una historia más breve que su vecino, el Puente Colgante Ingeniero Candioti, es un cruce vehicular muy importante, que permite la unión de esta urbanización con Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos.
Debido a los grandes problemas de tránsito que se generaban sobre el Puente Colgante Ingeniero Candioti, durante el cierre de la década de 1960 surgió el plan de construir un nuevo cruce elevado, más ancho, que solucione el inconveniente.
De esta manera, la obra del Viaducto Oroño de Santa Fe inició en 1968 y avanzó a gran velocidad, ya que se habilitó al tránsito en 1970 y se inauguró oficialmente el 30 de septiembre de 1971.
Con sus cuatro carriles, esta construcción de hormigón, que alcanza 380 metros de longitud y 22 metros de ancho, se convirtió en el puente más popular de la zona e integró, desde su apertura, la Ruta Nacional 168.
Incluso, durante dos décadas y tras un accidente, el puente Oroño, que aún conserva su cabecera oeste sobre las tierras que le pertenecieron al antiguo parque homónimo, fue la única alternativa para cruzar la Setúbal, en este punto de la provincia.
Uno de los episodios más recordados en la historia de Santa Fe tuvo lugar en 1982, cuando su histórico Puente Colgante Ingeniero Candioti, en el marco de una fuerte crecida del caudal que pasa por debajo de su estructura, sufrió graves daños y se derrumbó un año después.
Acto seguido, en el lugar se inició una gran obra para reconstruir este ícono. Pero, debido a la magnitud de la misma, demoró hasta el año 2002 y, durante dos décadas, todo el tráfico se centró en el Viaducto Oroño.
En el año mencionado, el puente colgante se reinauguró. De todas formas, la mayor concentración de conductores todavía elige al Oroño, que se reforzó para evitar un accidente como el que derrumbó al Candioti y que puede recibir más de 55.000 vehículos por día y miles de peatones, en sus dos veredas.
Si bien el Viaducto Oroño es muy llamativo, la vista de todos los turistas que visitan la zona se dirigen, en una primera instancia, al Puente Colgante Ingeniero Candioti que, por su diseño, completamente renovado, es más atractivo.
La historia de este cruce histórico comenzó en 1924, con el inicio de su construcción, y continuó el 8 de junio de 1928, cuando se inauguró frente a una gran multitud.
Luego del accidente ya mencionado, este puente vehicular se abrió el 7 de septiembre de 2002, 12 años antes que, por decisión de las máximas autoridades del país, se convirtiera en un Monumento Histórico Nacional.
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