Villa Urquiza es uno de los barrios más tradicionales de la Ciudad de Buenos Aires. Ubicado al noroeste del mapa porteño, combina casas bajas, árboles frondosos y una vida barrial que se mantiene viva. Pero, más allá de su presente, tiene una historia curiosa que comienza con un homenaje a una figura muy importante de la política argentina: Justo José de Urquiza.
Curiosidades de Villa Urquiza
- 1887: año de fundación oficial del barrio.
- Francisco Seeber: fundador y responsable de su nombre.
- Justo José de Urquiza: expresidente argentino homenajeado con el nombre del barrio.
Un homenaje convertido en nombre
Antes de ser Villa Urquiza, esta zona era conocida como Villa Catalinas, en referencia a las tierras que pertenecían a la familia Lynch, una de las más influyentes de la época colonial, y a la empresa de saladeros Catalinas. Recién en 1887, con la llegada del ferrocarril, el barrio comenzó a transformarse. Ese año, Francisco Seeber, militar, político y empresario, decidió fundar un nuevo núcleo urbano y bautizarlo Villa Urquiza.

El nombre no fue elegido al azar. Seeber admiraba profundamente a Justo José de Urquiza, presidente de la Confederación Argentina entre 1854 y 1860, y uno de los protagonistas clave en la organización nacional. Al nombrar la villa en su honor, Seeber quiso rendir tributo a un líder que había tenido un rol fundamental en la historia del país.
Cómo creció Villa Urquiza
El desarrollo de Villa Urquiza estuvo muy ligado al ferrocarril. En 1902 se inauguró oficialmente la estación “Urquiza” del Ferrocarril Central Córdoba, que hoy forma parte del ramal Mitre. La llegada del tren impulsó el crecimiento urbano, la llegada de familias inmigrantes y la aparición de nuevos comercios.
Con el tiempo, el barrio fue consolidando su identidad: se formaron clubes, bibliotecas populares y centros culturales. Hasta hoy, es reconocido por su fuerte sentido de comunidad, algo que también se refleja en sus calles tranquilas, casas con jardín y veredas anchas, donde los vecinos aún se saludan por su nombre.
Además, muchas calles del barrio conservan nombres de origen vasco, como Nahuel Huapi o Bauness, debido a la presencia de inmigrantes de esa región. Esto le da a la zona un sello único dentro del mapa porteño.
Hoy, Villa Urquiza es uno de los barrios con mayor crecimiento inmobiliario de la ciudad. Pero, más allá de los cambios, mantiene ese espíritu de pueblo que lo convirtió, desde sus orígenes, en un lugar especial.

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