El 26 de julio de 1890 comenzó en Buenos Aires un levantamiento armado que pasaría a la historia como la Revolución del Parque. Aunque duró pocos días, este hecho fue clave para la transformación de la vida política en Argentina.
La protesta fue impulsada por la Unión Cívica, una fuerza opositora al entonces presidente Miguel Juárez Celman, y contó con el liderazgo de figuras como Leandro N. Alem, Bartolomé Mitre, Aristóbulo del Valle y Bernardo de Irigoyen.
¿Cuál era el motivo principal de la protesta? El malestar social, económico y político que se vivía en el país producto de las políticas de gobierno de Juárez Celman. A esto se sumaban la corrupción, el autoritarismo presidencial y la crisis financiera provocada por el modelo económico.
Las causas de la Revolución del Parque
Durante la presidencia de Juárez Celman, Argentina atravesó una grave crisis económica que afectó tanto al comercio como a las finanzas del país. La emisión descontrolada de papel moneda, el endeudamiento externo y el favoritismo hacia ciertos sectores provocaron desconfianza entre la población y los inversores.
Además, el presidente concentraba cada vez más poder, lo que generó críticas tanto dentro como fuera del oficialismo. Frente a este panorama, distintos sectores sociales comenzaron a organizarse.
En 1889 nació la Unión Cívica, un nuevo partido político que reunió a figuras del liberalismo y del republicanismo, muchos de ellos provenientes del Partido Autonomista Nacional, pero disconformes con la gestión de Juárez Celman.
La agrupación ganó rápidamente apoyo popular y decidió actuar ante el deterioro institucional y económico del país. Entre sus figuras más reconocidas estaban Leandro N. Alem, Bartolomé Mitre, Aristóbulo del Valle y Bernardo de Irigoyen (sobrino de Alem).
¿En qué consistió la Revolución del Parque?
La revolución estalló el 26 de julio de 1890 en el Parque de Artillería de Buenos Aires (actual Plaza Lavalle), de donde sacó su nombre. Allí se concentraron los rebeldes, muchos de ellos civiles armados y también algunos militares que se plegaron a la causa.
Enfrentaron al Ejército Nacional durante tres días, en una serie de combates urbanos que dejaron entre 150 y 300 muertos, según estimaciones de la época.
Aunque la revuelta fue finalmente contenida, sus líderes no fueron duramente castigados. Esto se debió, en parte, a que la presión política y social que generaron fue tan grande que terminó forzando la renuncia de Juárez Celman el 6 de agosto.
Su reemplazo por Carlos Pellegrini abrió una etapa de reformas y reorganización del Estado, y marcó el inicio de una participación más activa de la ciudadanía en la política nacional.
Las consecuencias de la revolución
Más allá del resultado militar, la Revolución del Parque movilizó reformas en distintos ámbitos. A partir de este episodio, la Unión Cívica se dividió:
- Por un lado, surgió la Unión Cívica Radical (UCR), encabezada por Leandro Alem e Hipólito Yrigoyen.
- Por el otro, la Unión Cívica Nacional, liderada por Bartolomé Mitre.
Ambas agrupaciones influyeron profundamente en las décadas siguientes de la política argentina. Pero no solo eso: las protestas también demostraron que los ciudadanos organizados podían presionar por cambios concretos en el sistema político, incluso en contextos de represión.
La Revolución del Parque se volvió sinónimo de lucha contra el autoritarismo y la corrupción, y fue el primer paso hacia la futura conquista del sufragio universal, secreto, masculino y obligatorio, que recién llegaría en 1912 con la Ley Sáenz Peña.