Neptuno es el octavo planeta del Sistema Solar y, por lo tanto, el más lejano al Sol. Durante siglos fue completamente invisible para los astrónomos, hasta que su existencia se reveló de una forma sorprendente.
A diferencia de otros planetas que se conocieron por observación directa, su existencia se dedujo a partir de cálculos matemáticos realizados por dos científicos que jamás se conocieron en persona. Fue algo revolucionario, dado que jamás había ocurrido antes.
¿En qué año se descubrió Neptuno?
El 23 de septiembre de 1846, el astrónomo alemán Johann Galle y su asistente Heinrich d’Arrest apuntaron su telescopio desde el Observatorio de Berlín hacia una región específica del cielo.
No fue un acto de azar: seguían con precisión los cálculos enviados por el francés Urbain Le Verrier, quien había deducido la existencia de un nuevo planeta basándose en desviaciones en la órbita de Urano. Esa noche, observaron por primera vez a Neptuno, exactamente donde las matemáticas lo habían predicho.
Pero, ¿cómo sabían los astrónomos que allí había un planeta? Durante décadas notaron que Urano no seguía la órbita que debía según las leyes físicas conocidas. Su trayectoria parecía alterada por la influencia de una masa invisible.
Así, por separado y sin conocerse, Le Verrier y el británico John Couch Adams se dedicaron a resolver el enigma. A través de complejos cálculos, ambos concluyeron que debía existir un planeta más allá de Urano, cuya gravedad era la responsable de esas irregularidades. Y así lo confirmaron Johann Galle y su asistente Heinrich d’Arrest años después.
¿Qué características tiene el octavo planeta del Sistema Solar?
Desde su descubrimiento, la comunidad científica avanzó muchísimo en el estudio de Neptuno. Pero se lo conoció aún más gracias a la sonda Voyager 2 de la NASA, que sobrevoló el planeta en 1989. Hoy se sabe que:
- Tiene una atmósfera violenta,
- Allí se producen vientos supersónicos,
- Cuenta con un sistema de anillos poco visible.
- Está a unos 4.500 millones de kilómetros de Sol (¡cerca!),
- Tiene al menos 16 lunas conocidas, entre ellas Tritón, que orbita en dirección contraria al planeta.
- Su color azul se debe a la presencia de metano en su atmósfera.
Después del vuelo de la Voyager 2, las observaciones desde telescopios espaciales como Hubble y Webb permitieron estudiar fenómenos como tormentas gigantes, cambios de clima y nuevas lunas. Aunque todavía no se planificó una nueva misión, muchas agencias espaciales consideran que Neptuno guarda secretos clave sobre la formación del Sistema Solar.
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