Antoni Gaudí es quizá el arquitecto más original de la historia. Nació en Barcelona, una bella ciudad, a la cual sus creaciones contribuyeron a embellecerla aún más.
Gaudí y "La Sagrada Familia", su obra cumbre
En el año 1883, le encargaron a Gaudí lo que sería el mayor desafío de su vida como arquitecto: la construcción del templo de la Sagrada Familia. El presidente de la Asociación de Devotos de San José, fue quien le encomendó tamaño trabajo y le confesó que había soñado que un joven rubio y de ojos azules como él resolvería la obra.
También te puede interesar: Isaac Newton descubrió las leyes de la gravedad
A los pocos minutos, Gaudí toma un papel y empieza a dibujar algunos trazos, una planta en forma de cruz latina, torres góticas muy altas que se estrechan en lo más alto, bóvedas que parecen huesos, pórticos llenos de símbolos. En ese entonces no sabe muchas cosas: que no le alcanzará la vida para terminar la obra y que sus últimos años dormirá en el taller de la iglesia, entre planos y maquetas, al lado del obrador; que morirá por caminar distraído pensando nuevas ideas y que será enterrado en una de las capillas de la cripta que en ese mismo momento está dibujando.
La Sagrada Familia, cuya planta ocupa toda una manzana, es la obra cumbre de Gaudí y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Aunque parezca mentira, su construcción todavía no ha finalizado y se estima que recién estará terminada para 2030. Es decir, más de cien años después de la muerte del arquitecto, que falleció en Barcelona en 1926 atropellado por un tranvía.
Paraboloide Hiperbólico
Estas palabras sonoras se utilizan para nombrar uno de los recursos arquitectónicos favoritos de Gaudí. Tienen que ver con hacer las paredes curvas empleando líneas rectas. Parece una locura, pero el trabajo queda bien si se va variando el ángulo. Dicen que el arquitecto andaba detrás de los albañiles dando indicaciones para que todo saliera perfecto.
Un hombre sencillo
Este arquitecto catalán era alguien muy religioso y todas sus obras hacen alguna referencia a Dios o al Evangelio. Sus costumbres, además, eran muy modestas: comía poco (era vegetariano) y vestía pobremente. A fines del siglo pasado el arzobispo de Barcelona propuso su beatificación, lo que fue autorizado por el Vaticano y está en curso.
Otras obras de Gaudí
La Sagrada Familia es su obra cumbre. Pero también hizo un edificio para vivienda de una familia que es tan maravilloso como mágico: la Casa Batlló, donde una salamandra parece bajar por las paredes y los balcones semejan conchas marinas. Además, el edificio conocido como La Pedrera, que es enorme y tiene balcones curvos. Asimismo, el enorme Parque Güell, donde hay grutas, formas onduladas parecidas a ríos de lava, paseos cubiertos con columnas que tienen formas de árboles, estalactitas y formas geométricas. También diseñó los Jardines de Can Artigas con puentes, cascadas, fuentes, esculturas y pérgolas que parecen de fantasía.
Cuando se recibió, el director de la Escuela de Arquitectura le entregó el diploma y le dijo: “No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá”. Indudablemente, fue lo segundo.
También te puede interesar: Los hermanos Lumière y uno de los inventos más populares de todos los tiempos