Se construyó hace más de 2.000 años, conserva su muralla de 3 kilómetros y es uno de los puntos turísticos más históricos de Francia.
Francia es un país que está repleto de historia. Sin embargo, no muchas personas saben que en su territorio se encuentra Carcasona: la ciudad amurallada más grande de Europa.
Esta enorme localidad, que convive con un sector moderno que se edificó por fuera de la muralla, se construyó hace más de 2.000 años y permanece en excelentes condiciones.
Y, aunque a lo largo de su historia ha recibido múltiples invasiones y estuvo bajo el control de distintos mandatarios, sobrevivió. Hoy en día es uno de los sitios más turísticos del país.
Los registros más antiguos anuncian que en el sector donde hoy está la ciudadela fortificada de Carcasona, permanece poblado desde el año 3.500 a. C. Y, como era de esperar, las murallas se demoraron en llegar.
Bajo las normas del Imperio Romano, este enorme fuerte se empezó a construir hace 2.100 años y recién adquirió su famosa muralla de 3 kilómetros de longitud en el año 300 d. C.
En un primer momento, se decidió edificar una enorme pared de piedra, de hasta 13,70 metros de altura, que protegiera las pocas viviendas que albergaba la ciudad amurallada más grande de Europa.
Pero, ante la construcción de un castillo medieval y una enorme iglesia, que se conservan en perfecto estado, las autoridades del lugar decidieron sumar una segunda muralla, a mediados del siglo XIII.
Con el correr de los años, Carcasona aumentó su popularidad y se transformó en el hogar de hasta 4.000 personas, que trabajaban en los múltiples comercios que había en el lugar.
Sin embargo, una seguidilla de invasiones, bombardeos y cambios en la autoridad de la ciudad, la condujeron a un estado total de abandono. Por fortuna, en el siglo XIX comenzó una intensa misión de restauración, que terminó con éxito décadas más tarde.
Antes de centrarnos en la etapa moderna de la ciudad amurallada más grande de Europa, es importante señalar algunas de sus características más llamativas, que la convierten en un sitio especial y único en el mundo.
Por lo tanto, quienes tengan la oportunidad de apreciar los detalles del lugar en fotos o en persona, deben tener en cuenta que:
El hecho de que en la actualidad sea posible conocer Carcasona, se debe al intenso trabajo que inició e impulsó Eugène Viollet-le-Duc a mediados del siglo XIX, mediante el cual se restauró hasta el último detalle del lugar.
Entonces, gracias a los esfuerzos realizados, se recuperó la gran mayoría de las viviendas, instituciones y comercios de la ciudad, que abren todos los días para los turistas que circulan, asombrados, por las estrechas calles empedradas.
Por lo tanto, los viajeros que visiten este punto en el mapa, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, podrán ingresar a establecimientos históricos, comprar artesanías y degustar sabores únicos, entre otras actividades.
Redacción - Ignacio Risso
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