Como humanos, es difícil imaginarnos cómo sería vivir como las lombrices. ¿Qué se sentiría ser un gusano? ¿Cómo se vería y se oiría el mundo si viviéramos a ras de suelo o por debajo de él? ¿Y si no tuviéramos brazos ni piernas ni sillas de ruedas y sólo pudiéramos contonearnos para movernos?
Resulta interesante partir de esas preguntas para comparar cómo hace tu cuerpo cada una de estas cosas con cómo lo hace un gusano.
Pero quizás hay algo aún más llamativo por preguntarnos. En este animal vemos, claramente, la ausencia de un par de ojos. ¿Cómo hace entonces la lombriz para ver?
¿Las lombrices no tienen ojos?
No, las lombrices de tierra no tienen ojos. Lo que sí tienen son receptores de luz, que lejos están de lo que nosotros entendemos por un par de ojos, y su función está igual de distante de aquello que atribuimos a la capacidad de ver.
Gracias a estos receptores, pueden saber si están en la oscuridad o en la luz, aunque no tienen forma de captar una imagen de lo que tienen delante.
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Otra ausencia interesante en las lombrices de tierra es la de los oídos. Sin embargo, similar al caso de los ojos, sus cuerpos compensan al percibir las vibraciones de igual manera. Es decir, si un animal se mueve cerca, se enteran.
Sin ojos, sin problema
Si nos detenemos a pensarlo, tiene sentido que las lombrices no tengan ojos. Pasan el 99% de su vida bajo tierra, así que realmente no los necesitan.
En cierto modo "compensan" con su sentido del olfato, del gusto y sintiendo las vibraciones del suelo.
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