Desde Billiken, visitamos la Planta Potabilizadora General San Martín de AySA para conocer el proceso que nos permite tener agua potable.
El agua es un recurso esencial en el planeta Tierra. Por eso es que cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Y cuando llega la jornada, hay una duda que le surge a más de uno: ¿Cómo se potabiliza el agua? ¿Qué pasos es necesario seguir? ¿Dónde ocurre ese proceso? ¿Quién se encarga de supervisarlo?
En la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, la tarea está a cargo de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos S.A.). Por eso, Billiken visitó la Planta General San Martín para conocer cómo es que en cada hogar, oficina, club y restaurante contamos con un valioso recurso: el agua potable.
Como se puede ver en el video más arriba (¡recomendamos verlo!) el proceso de potabilización cuenta con siete pasos:
El primero, y sin el cual sería imposible realizar los siguientes pasos, es la captación. Gracias a la torre toma, que están en pleno Río de la Plata, el agua viaja por unos tubos enormes hasta la planta, ubicada a más de un kilómetro.
Cuando ingresa, se la eleva con bombas elevadoras para que luego todo el proceso ocurra por gravedad, ahorrando así mucha energía. Luego, para depurar al agua de las arcillas propias del río, comienza la etapa de coagulación: se le echa un coagulante que arma flocks (partículas más grandes) de arcilla.
En la decantación, el tercer paso, el agua está en estado de semi quietud durante dos horas. Así, los flocks de arcilla quedan en el fondo de los piletones, y el agua comienza a depurarse. Luego viene la filtración, que termina de depurarla y la deja lo más cristalina posible.
¡Ojo! A esta altura, el agua aún no es potable. Todavía falta la cloración, el quinto paso, en el que se le agrega una solución potente hecha a partir de cloro. Esto ocurre en las reservas subterráneas, por debajo de la planta. La cantidad de cloro desinfecta el agua, pero también queda cloro libre residual, que acompaña al líquido durante toda la distribución.
A esta altura el agua ya se puede tomar, pero falta un sexto paso: la alcalinización. Por el coagulante del paso dos el agua quedó ácida, y aunque nosotros no lo notamos en el sabor, las cañerías podrían corroerse. Ahora sí, solo queda la distribución.
¿Cómo se logra la distribución? A partir de bombas elevadoras que inyectan el agua en las redes más cercanas. Pero también hay dos ríos subterráneos que llegan a zona norte y zona sur, llegando a las estaciones elevadoras de AySA que le dan la presión necesaria.
La Planta Potabilizadora General San Martín comenzó a funcionar de manera parcial en 1913, en pleno barrio de Palermo, al lado del Aeroparque Jorge Newbery. Antes había otra planta, ubicada en lo que hoy es el Museo de Bellas Artes: el Establecimiento Recoleta.
Cuando la Ciudad de Buenos Aires comenzó a crecer, a principios de 1900, se decidió construir la planta San Martín. Hoy en día, las cifras que maneja son las siguientes:
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