Aunque nunca existieron tales personajes, son de uso frecuente para dar ejemplos.
La frase "Fulano, Mengano y Zutano" surgió de la combinación de dos palabras de origen árabe y una del latín. En la actualidad, se utiliza para referirse a personas cuyos nombres desconocemos o no recordamos.
Según el docente Charlie López, Fulano deriva de "fulan" que se traduce como "persona cualquiera", Mengano proviene de "man kan" que significa "quien sea" y Zutano viene del latín scitanus, que equivale a "sabido".
La frase también se adaptó al femenino. En caso de querer mencionar mujeres a modo de ejemplo o sin decir su nombre, se utiliza el término "Fulana, Mengana y Zutana". Del mismo modo, puede emplearse con el diminutivo "Fulanito, Menganita y Zutanito".
Aunque nunca existieron tales personajes, son de uso frecuente para dar ejemplos o para no dar a conocer el nombre verdadero de una, dos o tres personas.
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